En la lucha interna de actores morenistas que pelean por extender su poder a todas las áreas de la administración pública, para estar en condiciones de suceder a Cuitláhuac García Jiménez (una vez que se cumplan sus dos años de catastrófico gobierno y tenga que dejar el cargo a petición de Andrés Manuel López Obrador), quien dice ir a la cabeza es el diputado petista José Manuel Pozos Castro, presidente del Congreso Local y “amigo personal” del presidente López Obrador, a quien ha tenido el cuidado de cultivar cada que viene a una gira por Veracruz, aprovechando que como representante del poder legislativo tiene la ventaja de formar parte de la comitiva junto con el gobernador y el presidente del Tribunal Superior de Justicia. Con su habilidad, el diputado Pozos Castro ha logrado sobreponerse a todos sus compañeros, a quienes califica como “una bola de pendejos”, sobre todo los de la mayoría morenista, que es a quienes dice controlar a su antojo, pese a que en el malogrado juicio político contra el exfiscal Jorge Winckler Pozos demostró lo contrario, poniendo en ridículo al titular del Ejecutivo. La tirada de este “político” improvisado es tumbar al secretario Erick Cisneros para entrar en su lugar ahora que toque el relevo en la presidencia del Congreso y, desde la secretaría, fortalecer su presencia en todas las dependencias para estar en condiciones de ser el elegido por AMLO para continuar la gubernatura por los cuatro años que restan. Para realizar este proyecto, Pozos cuenta con el asesoramiento y apoyo de su amigo Miguel Ángel Yunes Linares, con quien trabajó durante la campaña que llevó al choleño a la gubernatura del estado y con quien sostiene lazos de amistad de hace muchos años… Es la lucha por el poder.