Conocemos a Arodi Martínez, extraordinario saxofonista, por su trabajo en Orbis Tertius y por sus colaboraciones en diversos proyectos de jazz como los ensambles de Lucio Sánchez, Blah Blah Jazz Trío, Jazz House Collective, Xalapa Jazz Orchestra, Tonatiuh Vázquez Jazz Orchestra y varios más, pero poco sabemos de su trabajo como compositor de música de concierto. Sobre esa otra faceta, platiqué con él.
«Desde antes de este asunto del jazz, yo he estado haciendo cosas, sobre todo para saxofón, en asuntos más de música de cámara, y he tratado de posicionar la música de concierto que hago en las escuelas importantes del país: aquí en Veracruz, en el Conservatorio Nacional de Música, en la Escuela Nacional de Música. Mucha de la obra que escribo para saxofón ya se está tocando en las escuelas del país; abrieron la maestría en interpretación de música mexicana en el Conservatorio y la gran mayoría del repertorio obligatorio para los saxofonistas es música mía, entonces me he dado a la tarea de estrenar varias cosas allá, tanto piezas para saxofón solo, piezas para saxofón con piano o diferentes duetos.
«Eso me ha permitido conocer a otros saxofonistas de ese ámbito, tanto nacionales, que hay mucha gente buenísima, como internacionales. Este año vino Scott Litroff —que estuvo aquí en Xalapa hace un año—, es un maestro de Nueva York, trabajamos un proyecto y estrenamos unas obras en junio pasado en Oaxaca; en la Fonoteca hicimos el estreno de un par de obras —una para piano y sax, y una para saxofón solo— que espero las incluya en su disco del próximo año. Después de ir a Oaxaca —se la pasó bien chido (risas)— el maestro fue a China al Art Festival de Lanzhou y se llevó obra mía para tocarla allá. Me dijo yo quiero algo que refleje lo mexicano y quedó muy contento con la obra.
«Un poco antes, había presentado el disco que coproduje con el cuarteto de saxofones Ácatl, que está formado por chavos oaxaqueños egresados del Conservatorio y de la Nacional. El disco se llama Indultum-Purgatorioum, lo hicimos a través de un programa de Radio Educación, en México. El año pasado lo presentamos aquí en Xalapa en el Congreso de Saxofón, en la Nacional y en el Conservatorio; este año lo presentamos, en mayo, en la Fonoteca Nacional, y en septiembre en Oaxaca. Pretendo seguirlo moviendo para llevarlo fuera del país, a ver qué podemos hacer con él en el próximo año. Es una obra que vengo trabajando con ellos desde hace como cuatro o cinco años, es en cuatro partes, grabamos las dos primeras y espero poder grabar las otras dos, Iudicium e Infernum, el próximo año.
«Sigo escribiendo, ya me empecé a meter en el clarinete (risas), desde hace como dos años he venido trabajando con uno de los solistas de la Sinfónica de Xalapa, el maestro Juan Manuel Solís —también es de Oaxaca— y ya hemos estrenado varios encores, uno con fagot, otro con contrabajo y otros más. Últimamente estrenamos una pieza de clarinete solo en el auditorio de la Facultad [de Música. UV] y en los próximos meses vamos a estrenar una pieza para piano y clarinete, ojalá podamos hacer algún proyecto de música para clarinete para el próximo año.
«En marzo de este año, el maestro Erick López dio un recital de música mía en el Festival de Saxofón de Costa, lo dio con un pianista de allá. A fines de septiembre, una saxofonista mexicana fue al festival de Perú Sax y estrenó un par de piezas mías en su recital. Un maestro de España, el maestro Albert Julià —el que siempre viene al Congreso, buenísimo— hace poco me encargó una pieza para estrenarla en Vancouver, Canadá, en noviembre.
«El 30 de octubre voy a hacer un recital en la Fonoteca de la Ciudad de Oaxaca, va a ser uno de esos recitales raros, a dúo de saxofones, con un joven egresado del Conservatorio y una solista de Berlín buenísima. Nos enteramos que va a estar en México y cuadramos las fechas para hacer el recital con música mía para saxofón, y estrenar un par de cosas.
«Material mexicano para saxofón hay muy poco, entonces ando haciendo mi labor en ese rubro, y creo que ha mejorado porque ya hay muchas personas que se interesan en escribir desde esta perspectiva mexicana, y el hecho de que todos estos músicos de otros países se interesen por mi música es muy chido porque se la llevan para allá.
«A un lado de lo académico, en mi música hay elementos de la música tradicional, a veces consciente y a veces inconscientemente, pero eso tiene que salir, y el reto para mí es que lo oaxaqueño quede plasmado en lo que compongo; no sé si se escuche, puede que sí, puede que no (risas), eso a mí no me corresponde decirlo.
«Espero grabar el próximo año mi primer disco para saxofón, porque ya tengo mucho material y me quiero dar a la tarea de plasmarlo en un disco, es algo que creo que no se ha hecho en el país. Estoy muy enfocado en eso, y si eso deriva en que muchos compositores volteen y empiezan a escribir más música para el instrumento, ya sirvió de algo la labor».
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