A punto de completar el primer año del ciclo sexenal, el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez ha empezado a despachar órdenes de aprehensión contra exfuncionarios yunistas, pero no ha emprendido la gran batalla contra el cerebro de todo el desfalco que sufrimos los veracruzanos durante el bienio anterior, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

Por desgracia, la nueva Fiscal General ha mostrado una muy baja efectividad a la hora de cumplimentar las órdenes de aprehensión, que suman diez, nueve de cuyos destinatarios se encuentran prófugos de la justicia sin que se sepa si realmente se está moviendo mar y tierra para localizarlos y presentarlos ante los jueces que los requieren, o solo se hizo para justificar la salida del exfiscal y ganar un buen espacio mediático.

Y es que, hasta donde sabemos, ni siquiera se ha buscado la colaboración de la Interpol, necesaria para agarrar al menos a tres de los peces medianos que laboraban en la Fiscalía General del Estado, y cuyos ingresos les debieron alcanzar para estar ahora en algún otro país del mundo para librar la acción de la justicia.

Lejos de los juicios y encarcelamientos mediáticos a que nos tenía acostumbrado el gobierno morenista, desde la madrugada del domingo 22 de septiembre empezaron a tomar rumbo las acciones penales contra exfuncionarios yunistas.

Los primeros fueron seis empleados de la Fiscalía General, comenzando por el exfiscal Jorge N, el fiscal anticorrupción Marcos Even N, el fiscal regional de Xalapa Luis Eduardo N y el fiscal para la atención de denuncias por personas desaparecidas Roberto N, además de dos policías ministeriales, todos ellos prófugos de la justicia.

Y los más recientes, el viernes 11 de octubre, cuatro exfuncionarios de la Secretaría de Finanzas y Planeación, comenzando por quien fuera la primera titular con Yunes, Clementina N, además del exsubdirector de Operación Financiera Luis Francisco N y el extesorero Adrián N, quienes hasta el domingo se mantenían como prófugos de la justicia. Junto con ellos, Bernardo N, exsubsecretario de Finanzas, aprehendido ese mismo día mientras dejaba a su hijo en la escuela. Uno de diez, mal por la Fiscal que con eso se estrena en el cargo.

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El cerco se aprieta pero no lo toca

El cerco sobre Miguel Ángel Yunes Linares se cerró aún más el viernes pasado. La noticia de órdenes de aprehensión en contra de exfuncionarios yunistas de la Sefiplan fue cobrando relieve en el curso de la mañana, aunque en entrevista el gobernador Cuitláhuac García Jiménez habría señalado que no contaba con esa información.

Miguel Ángel Yunes pasea con Guillermo Moreno Chazzarini y Manuel Muñoz Ganem.

Finalmente, los medios radiofónicos y digitales lo dieron como un hecho. Por un lado, que ya estaba rindiendo su declaración en Pacho Viejo, Bernardo N, exsubsecretario de Finanzas, y por otro, que elementos de la policía ministerial rodeaban el Palacio Municipal para aprehender a la Tesorera del ayuntamiento, Clementina N, mejor conocida como Tula, quien había fungido como titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) antes incluso de que en 2016 tomara protesta el exgobernador; hay que recordar que el entonces gobernador Flavino Ríos Alvarado había aceptado colocar a la exsecretaria de Administración y Finanzas de la Universidad Veracruzana, como titular en Sefiplan, con lo que Yunes Linares puso su pica en Flandes.

A la postre, tras una breve estancia en el cargo, Clementina N logró salir del equipo yunista, sustituida por Guillermo Moreno Chazzarini, un funcionario muy mencionado en el reporte de la Cuenta Pública 2018 del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), por diversas irregularidades financieras, y que pronto podría estar en una situación incómoda. De hecho, cuando se mencionaba que estaba siendo llamado por la justicia un titular de Sefiplan, todo mundo daba por hecho que era él quien estaba siendo requerido por la justicia.

Los delitos por los que fue girada la orden de aprehensión contra los exfuncionarios de Sefiplan son ejercicio indebido del servicio púbico y abuso de autoridad.

Una vez pasada la euforia mediática, lo que ha quedado en los veracruzanos es la sensación de que se está persiguiendo a peces livianos (sin referirse al peso de la extitular de Sefiplan), y no se ha apuntado hacia quien ordenó todos los movimientos que dejaron las finanzas estatales a punto del colapso.

Se defiende el desalmado

Por la gravedad de las acusaciones, que podrían involucrar sus decisiones, fue el propio exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares quien confirmó la persecución de sus exfuncionarios y, por supuesto, trató de invalidar los argumentos que dieron como resultado las órdenes de aprehensión.

Dijo que  “lo sucedido el día de hoy es una atrocidad que me obliga a dar mi opinión en defensa de personas que colaboraron en mi gobierno y lo hicieron con honestidad y eficiencia”.

Pese a que durante su gobierno actuó de manera autoritaria deteniendo a varias personas como si fueran delincuentes, a quienes no les dio la oportunidad de enfrentar los juicios en libertad, se quejó de que “uno de ellos fue detenido esta mañana mientras dejaba a su hijo en la escuela, como si fuera el peor delincuente. Previamente la Contraloría General del Estado les había impuesto una sanción económica de ¡más de 750 millones de pesos!”.

Descalificó al actual Secretario de Salud, quien presentó la denuncia contra sus excolaboradores, porque “en el mes de diciembre de 2016, al iniciar mi gobierno […] depositaron en una cuenta A FAVOR DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ, un cheque de 250 millones de pesos ENTREGADO POR LA PROCURADURIA GENERAL DE LA REPUBLICA, que fue parte de los recursos que recuperé antes de tomar posesión como Gobernador del Estado, y de los cuales informé al Congreso el mismo día en que rendí protesta.”

Según el juez, los cuatro funcionarios no verificaron por los medios legales pertinentes la procedencia del dinero, y no destinaron todos los bienes y recursos recuperados al sector salud.

Yunes Linares señala: “El acuerdo que dicté para la aplicación de los recursos que recuperamos fue que los mismos se destinarían “a los programas presupuestarios y actividades institucionales que se consideren necesarias; preferentemente a los relacionados con la reactivación del Sector Salud…”. Nunca se indicó que todos los recursos fueran a destinarse al Sector Salud, pero aún así, no se causó daño ni al gobierno, ni a nadie, porque el total de los recursos se aplicaron en beneficio del Estado, tal y como se informó oportunamente y se hizo del conocimiento del gobierno entrante durante el proceso de entrega-recepción”.

Acostumbrado en su gobierno a dar golpes mediáticos con detenciones de exfuncionarios o “recuperación” de bienes de las manos de exfuncionarios duartistas, Yunes Linares aseveró que estas acciones “tienen como objetivo desviar la atención pública de los graves problemas de salud, inseguridad, corrupción, e ingobernabilidad que vive Veracruz”.

Y arremetió, sin mencionar su nombre, contra el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña: “Es una enorme vergüenza que el Poder Judicial del Estado se preste a perseguir a personas inocentes con “argumentos” que no resistirán un amparo ante la justicia federal. No puede esperarse menos cuando el Presidente del Tribunal Superior de Justicia se ha puesto de rodillas frente al Ejecutivo en el afán de lograr su reelección. Está podrido, huele mal”.

Yunes termina su inflamado texto brindando su solidaridad plena “con quienes son injustamente perseguidos”, y remata con un mensaje sobre su futuro: “Veracruz merece un mejor destino. Lo tendrá”.

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Cuitláhuac se quita los guantes

Señalado de ser el instigador de estas acciones “injustas” por parte de Yunes, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha preferido evitar declaraciones confrontativas y solo salio a dar una declaración oficial en los siguientes términos:

“Los procedimientos de denuncia penal promovidos por esta administración siguen su curso sin afán de persecución contra nadie y apegados a la ley.

“Tanto fiscalías como el sistema judicial deberán ser garantes del respeto y la observancia de los derechos de quienes resulten señalados y la presunción de inocencia deberá ser guía en el proceso actual de algunos exfuncionarios.

“La presente administración no caerá en declaraciones mediáticas ni dichos que lastimen dicha presunción.

“El titular del Poder Ejecutivo se abstendrá de emitir opinión sobre el procedimiento judicial que se lleva a cabo en contra de exfuncionarios para evitar el “linchamiento” mediático de quienes son ahora presuntos responsables y no delincuentes.”

El cuarto de Tula agarró candela

Para quienes la hemos conocido en el ejercicio de la gestión pública, Clementina N, mejor conocida como Tula, hoy perseguida por haber sido parte del equipo de Yunes Linares en momentos en que el autoritario político de Soledad de Doblado imponía sus propias reglas en la administración de Veracruz, nos queda claro que pronto limpiará su nombre y saldrá del mal momento en que se encuentra.

Ha salido en su defensa un grupo cada vez más numeroso de universitarios, políticos y periodistas que saben de su enorme rectitud en la administración pública. En la plataforma Change.org circula la petición al Gobernador de Veracruz para que se respete su dignidad.

“Los abajo firmantes universitarios, profesionistas y población civil [1,125 hasta el mediodía del domingo], manifestamos nuestra sorpresa y extrañamiento por la posible orden de aprensión en contra de la Mtra. Clementina Guerrero García, profesionista ampliamente conocida por su integridad y larga trayectoria como académica, funcionaria pública honesta, justa, humana y progresista, alejada en su actuar público de cualquier partido político; lo que le ha permitido poner siempre en el centro su capacidad técnica en beneficio del estado de Veracruz”.

La petición concluye con los siguiente: “Señor Gobernador, poder judicial, les hacemos un llamado respetuoso a revisar este caso porque pensar en que Clementina Guerrero está involucrada en actos de corrupción, es para todos los firmantes simplemente inaceptable”.

Entre los firmantes destacan varios integrantes de Morena e, incluso, funcionarios del ayuntamiento de Xalapa, además de académicos universitarios y periodistas.

Frases sin disfraces

“Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione”. Bernard M. Baruch, financiero

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