Prefacio.
Alberto Silva está causando mucho escozor entre la anquilosada comunidad política de Tuxpan. *** Desde que hizo público su interés por regresar a su pueblo, al que ya gobernó, Beto Silva ha generado una psicosis, especialmente entre quienes se envolvieron en la bandera azul del yunismo y cometieron el grave error de impulsar para la alcaldía a un miembro de la dinastía Mancha, con desastrosos resultados. *** El mensaje que les envió este jueves Alberto Silva, no tiene desperdicio: “En Tuxpan no habrá herencia de poder a esposas, primas, primos, esposas de primos ni nada que se le parezca. Los recursos que están tirando a la basura del ramo de comunicación social para pagar videos que, más que ofender, fortalecen, deberían de estarlos utilizando en pagar pipas de agua a la gente que lo requiere, a fumigar, o bien a pintar de blanco los espacios públicos que con pésimo gusto han pintado de azul. A un avión no se le tiran piedras, joven Gamundi! Ya se van! Me canso ganso!” *** Se abren grandes posibilidades para que Tuxpan recupere su esplendor.
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La gente no lo cree, pero los que hoy gobiernan, que jamás en su vida habían ocupado una oficina pública (a menos que fuera para tomarla por la fuerza y protestar contra el sistema) están aprendiendo a ejercer el poder.
Luego del estrepitoso fracaso en su intento por someter a juicio político al entonces fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, ¿quién en su sano juicio apostaría a que el Congreso local, con amplia mayoría de Morena, sería capaz de sacar cualquier asunto que requiriera mayoría calificada (dos tercios de los votos)?
El reto se presentó este jueves en la sesión extraordinaria en la que se presentó la terna para definir al nuevo titular del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis).
Si algo han demostrado los gobernantes de Morena, desde su llegada al gobierno de Veracruz, es su arraigado sentido de propiedad: El poder es de ellos y no lo comparten, no importa si para ello tienen que echar mano de gente inexperta o sin talento.
Cada que tuvieron que definir una posición, por encima de los perfiles, se impuso su vinculación con Morena. Entre un especialista de la materia, con intachable hoja de servicios, y un reconocido militante del partido en el poder, sin titubear se inclinaron por el compañero de militancia.
Este fue el caso.
Gracias a una eficaz operación y apertura al diálogo por parte del Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) Juan Javier Gómez Cazarín (al mismo al que muchos hicieron responsables de aquellos dictámenes que fueron bloqueados por la oposición) se consiguió que por unanimidad, con los votos a favor de los 48 diputados presentes, la Legislatura eligiera a Delia González Cobos como nueva Auditora General del Orfis, para el periodo 2019-2026.
No es que la hayan sacado de los quehaceres del hogar para asumir tal responsabilidad. Su hoja de vida muestra una sólida formación en la abogacía, y su presencia en posiciones preponderantes representando a su partido.
Es licenciada en Derecho y con Maestría, por la UNAM y antes de ser seleccionada para ocupar este encargo era Procuradora Fiscal en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).
Es, pues, una posición de Morena al frente de un órgano que requiere de autonomía en su operación e independencia en sus decisiones. Al Orfis le está pasando lo mismo que a la Fiscalía General del Estado (FGE): Son órganos técnicos con titulares que obedecen a intereses políticos.
Le corresponde a ella, y sólo a ella, demostrar que tiene no sólo la capacidad, sino la disposición para conducir al Orfis a la mejora de su eficiencia, y que podrá pasar esta prueba demostrando lealtad a los veractuzanos, por encima de los intereses políticos que la impusieron en ese cargo.
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Epílogo.
Hasta en el PRI percibieron el cambio de actitud. Su dirigente estatal, Marlon Ramírez Marín, expresó que la aprobación de la nueva titular del Orfis, “es muestra de que existe la capacidad de tomar acuerdos por Veracruz, y el PRI, nunca más será un partido mudo, se reconocerá lo que se hace bien, y lo que no, en favor del estado”. *** Marlon Ramírez les tomó protesta a Ana Rosa Valdés Salazar y María Beatriz Sosol Hernández, como secretaria y subsecretaria de Gestión Social respectivamente; a Dalia Edith Pérez Castañeda, como secretaria Adjunta a la presidencia; a Zita Pazzi Maza, como secretaria de Vinculación con la Sociedad Civil. *** Darío Alberto Uscanga Méndez protestó como secretario de Vinculación con Organizaciones Empresariales; Porfirio González Fuentes es subsecretario de Estructura Electoral y Julio Hernández Ramírez es subsecretario de Cultura. Y en muchos medios se siguen preguntando: ¿Y la Secretaría de Comunicación, para cuándo? *** Alguien que sufrió las vejaciones durante el bienio yunista, expresó –sin parpadear- su deseo para aquellos que fueron sus verdugos: “Van a terminar en la cárcel, pero no tan pronto. Primero tienen que sufrir la angustia del perseguido, deben vivir la panaoia del prófugo. Esa es la puerta al Infierno”. *** Este jueves elementos de la Policía Ministerial de Veracruz catearon la residencia de Marcos Even Torres Zamudio, aún Fiscal Anticorrupción del Estado. Lo buscan porque hay una orden de aprehensión en su contra, por el presunto delito de desaparición forzada en su modalidad de secuestro. Su esposa, Flor Valverde, calificó como “una cochinada” lo que hacían con su marido. *** Desde las 6 de la mañana de este jueves, pobladores de Teocelo bloquearon la carretera que conduce a Coatepec, a la altura de Zimpizahua, para exigir el inicio de la rehabilitación de la vía Teocelo-Texin. El plantón impidió el acceso a municipios y comunidades de aquella zona, como Xico, San Marcos de León y Teocelo. Luego de agotar el diálogo, durante la tarde, elementos de la Policía Estatal desalojaron a los manifestantes y luego de un breve enfrentamiento, se llevaron a cuatro personas detenidas.