Michelle Marjoret, de la Universidad de Nantes, Francia, expresó que el programa educativo (PE) de la Maestría en Salud, Arte y Comunidad (MISAC) ha tenido muy buen recibimiento por parte de los estudiantes y académicos franceses. 

En entrevista concedida después de dictar conferencia magistral en el marco del IV Coloquio Internacional en Salud, Arte y Comunidad, que tuvo lugar los días 12 y 13 de septiembre en la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV), comentó: “La maestría ha causado demasiado interés y sorpresa entre los estudiantes y académicos, debido a la transdisciplinariedad de su programa educativo”. 

Con respecto a su participación en el coloquio, mencionó que habló a los estudiantes y público asistente sobre el cambio climático y su relación con las enfermedades transmisibles; apuntó que el cambio climático no es el factor principal que ha ocasionado una evolución de las epidemias, la aparición de nuevas enfermedades y/o el aceleramiento en la propagación de otras. 

“El factor principal es la desigualdad socioeconómica, especialmente en los países en desarrollo o pobres; es decir, la situación de vivir en pobreza y en pobreza extrema propicia la evolución de las enfermedades y la aparición de nuevas epidemias, un ejemplo de esto es el Ébola, que se registró por primera vez en África Occidental.” 

Ante esta situación, dijo que le preocupa y lamenta la reacción de los países más ricos ante esta situación de salud. En el caso de Europa, ha decidido aislar a los países africanos, mediante la intervención militar, para evitar el contagio. 

Al preguntarle sobre el registro de casos de dengue en regiones no tropicales, el investigador francés explicó que se debe al incremento de la movilidad humana a nivel internacional, no tanto por el cambio climático, aunque sí ha provocado que el mosquito transmisor de esta enfermedad se haya desplazado a zonas con climas más templados. 

Con respecto al incremento de casos de dengue en Xalapa y sus alrededores, se debe a que la población no está inmunizada; es decir, las personas no han generado suficientes anticuerpos para contrarrestarla, para ello tienen que pasar algunas generaciones, señaló Michelle Marjoret. 

“El principal riesgo del dengue no es el incremento de la mortalidad, sino que incapacita físicamente a la persona que lo contrae durante una o dos semanas, lo que puede llegar a ser muy costoso para las familias.” 

Puntualizó que, en América Latina, incluido México, no podría aplicarse una vacuna contra el dengue como se hizo en Francia, toda vez que puede ocasionar reacciones secundarias entre la población, incluso generar complicaciones graves “por estar vacunados contra la fiebre amarilla, y su combinación puede ser muy perjudicial”. 

Advirtió que la solución ante la evolución y aparición de nuevas enfermedades no es cerrar las fronteras y/o cortar el tráfico aéreo, “las sociedades tienen que adaptarse a todos los cambios, al igual que lo hacen los mosquitos, porque es una forma en que la naturaleza busca equilibrarse”. 

UV/Paola Cortés Pérez