El cuerpo humano sigue moviéndose mucho tiempo después de la muerte. Así lo confirmó una científica en Australia que grabó el proceso de descomposición de un cadáver durante 17 meses. En todo este tiempo la persona fallecida nunca dejó de moverse, según señala en su publicación hecha en Forensic Science Internacional: Synergy.
La investigación se dio en la Australian Facility for Taphonomic Experimental Research (AFTER). Esta es mejor conocida como la «Granja de Cuerpos», ya que en sus instalaciones se estudia el proceso natural de descomposición de los organismos vivos.
Allí la científica Alyson Wilson adelantó dicho estudio por casi año y medio. Ella decidió ver cómo un cuerpo se descomponía durante varios meses y para ello instaló una cámara que le tomara fotos cada media hora durante el día. 17 meses después de haber observado y construyendo un Time-Lapse, confirmó que el cadáver se estuvo moviendo. Según sus datos, el movimiento fue mayor de lo esperado:
Lo que descubrimos fue que los brazos se movían significativamente, ya que comenzaban pegados al cuerpo y terminaban a un lado de este».
Naturalmente se espera que los cadáveres se muevan durante el proceso de rigor mortis. Este inicia después de tres horas del fallecimiento y provoca rigidez general. Sin embargo, se pierde después de las 36 horas. Por lo tanto, termina siendo un hecho sorprendente que casi año y medio después siga habiendo movimiento.
Cambiando las creencias
Saber esto puede cambiar la forma en la que las investigaciones forenses actúan. Hasta ahora, a no ser que un agente externo haya movido los cuerpos, los investigadores asumían que estos permanecían exactamente igual al momento de la muerte, independientemente del tiempo.
Wilson y su equipo señalaron que aún falta confirmar con Time-lapses similares que este hecho se repita con otros cuerpos. De ser así, podría cambiar un hecho importante de la ciencia forense. Con esto, podría hacerla mucho más precisa.
Fayer Wayer/Sergio Trujillo