La tarde de este jueves me topé con un grupo de amigos que en torno de una mesa de cantina, glosaban el último reporte de la organización Alto al Secuestro. “La excelente noticia es que este flagelo disminuyó 30.3 por ciento a nivel nacional en relación al mes de julio en que se cometieron 237 secuestros, por 165 que hubo en agosto. La mala es que Veracruz sigue ocupando el primer lugar con 32 secuestros perpetrados en agosto” dijo uno de ellos.
Casi de inmediato pasaron al asunto del dengue.
“Mira Berna, hace apenas dos días dijiste en tu columna que la semana antepasada se tenían registrados 4 mil 126 casos de dengue en la entidad. Pero según el último boletín de la Secretaría de Salud, al corte de la semana 37 ya van 4 mil 845 casos. Es decir, hay 719 enfermos más en siete días, lo que coloca a Veracruz en primer lugar nacional de infectados. Carajo, puros jodidos primeros lugares en todo lo malo” comentó otro.
Tanto en secuestros como en dengue, Xalapa ocupa la parte alta de la tabla lo que ocasionó que mis cuates despotricaran contra el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, que para colmo y al parecer aún anda en Brasil en un envidiable “viaje de trabajo”.
“Lo bueno es que ya mero se larga de la alcaldía”, dijo un optimista.
“Lo malo es que será hasta el 2021”, reviró otro más realista.
Quizá para olvidarse de sus penas y congojas, mis amigos comenzaron a futurear sobre el posible sucesor del nativo de Xochimilco. Y para mi sorpresa salieron a relucir más de quince nombres de hombres y mujeres que no ocultan su deseo de ocupar su lugar.
Pongo a tu consideración lector los nombres de dos mujeres y un hombre que salieron airosos del escrutinio al que fueron sometidos: Dulce María Méndez de la Luz Dauzón, Cinthya Lobato Calderón y Américo Zúñiga Martínez.
Dulce María es una joven diputada federal por el Partido Movimiento Ciudadano que por donde se le mire es una mujer honesta, pero además, ha demostrado su capacidad en el Congreso de la Unión donde ha tenido un desempeño sobresaliente.
Cinthya Lobato Calderón del PAN, es otra mujer honesta y capaz. Es tozuda, aguerrida y ha entregado buenas cuentas en los puestos que ha ocupado. Nada que ver con los yunistas que le dieron en la torre a Acción Nacional.
Américo Zúñiga Martínez del PRI es honesto y talentoso; ya fue alcalde y lo hizo muy bien. Tanto que es considerado uno de los mejores munícipes de Xalapa. Sin duda su estrella brilla más cuando los xalapeños voltean a ver el paupérrimo trabajo que ha hecho su sucesor Hipólito Rodríguez.
Mis amigos coincidieron en que Dulce María será la candidata natural de Movimiento Ciudadano y eso no se pondrá a discusión.
El problema está con Cinthya y Américo. Y es que si en la charla salieron sus nombres, tanto el PAN como el PRI van a tener a más aspirantes a la presidencia municipal.
Pero en este punto mis amigos advirtieron que si ambos quedan fuera como abanderados de sus respectivos partidos, el PAN y el PRI se pueden ir despidiendo de un triunfo en Xalapa.
Alguien ilustró: “Tanto el blanquiazul como el tricolor deberán elegir un candidato ganador y nadie con más posibilidades de triunfo para el PAN que Cinthya, como nadie con más posibilidades de triunfo para el PRI que Américo. O a ver, digan el nombre de otros aspirantes con reales posibilidades de ganar por esos partidos”. Y nadie replicó.
Lo cierto es que si estos tres políticos compiten por la alcaldía acapararán el mayor número de votos porque serán los candidatos a vencer. Los demás (y puedes poner el nombre que gustes, lector) irán de relleno.
Cuando más sabrosa estaba la plática y nomás por fregar solté la pregunta: ¿Qué posibilidades les dan a los aspirantes de Morena?
Por una fracción de segundo mis amigos sufrieron de una rigidez cataléptica y cuando reaccionaron uno contestó por todos: “No chingues Berna. Ya podrá venir Su Santidad el Papa a suplicarnos que votemos otra vez por Morena que no le haremos caso. Ya podrá venir Andrés Manuel con su mejor candidato que jamás volveremos a cometer esa tarugada. Mira lo que ha pasado con sus alcaldes en Minatitlán, Coatzacoalcos, Poza Rica y aquí en Xalapa… No chingues Berna”.