Un nuevo estudio realizado por científicos de Toronto (Canadá) ha demostrado que una hormona sexual femenina juega un papel clave en la promoción de la reparación del cerebro y abre la puerta al desarrollo de tratamientos más efectivos. Tanto es así que se ha comprobado que un medicamento para la diabetes promueve la reparación del cerebro, pero solo funciona en las mujeres, según publican en la revista ‘Science Advances’.
Hasta ahora, se ha considerado que los machos son sencillos, mientras que las hembras son complicadas. Esta falsa dicotomía ha llevado a una exclusión durante décadas de las hembras de la investigación por temor a que sus niveles hormonales fluctuantes confundan los datos.
Pero un equipo de investigadores dirigido por Cindi Morshead, profesora del Centro Donnelly de Investigación Celular y Biomolecular, acaba de descubrir que la metformina, un medicamento ampliamente recetado para tratar la diabetes, promueve la reparación en cerebros femeninos adultos y depende de la hormona sexual estradiol.
La investigación se basa en un estudio anterior, en colaboración con el grupo de Freda Miller en el Hospital for Sick Children en Toronto, que buscó encontrar tratamiento para la lesión cerebral infantil.
Descubrieron que la metformina puede inducir la reparación del cerebro y mejorar la función motora en ratones recién nacidos que tuvieron un derrame cerebral. Este fármaco ampliamente recetado funciona activando las células madre en el cerebro, que pueden renovarse por sí mismas y dar lugar a diferentes tipos de células cerebrales para reemplazar a las que mueren por una lesión.
Debido a que la lesión cerebral en los primeros años de vida puede provocar problemas cognitivos de por vida, los investigadores ahora querían descubrir si la metformina también promovía la recuperación cognitiva.
“Se puede arreglar un agujero en el cerebro de alguien, pero si no funciona mejor es irrelevante para ellos”, dice Morshead. Así, la estudiante graduada Rebecca Ruddy indujo un accidente cerebrovascular en ratones recién nacidos, seguido de un tratamiento diario con metformina antes de que los animales fueran evaluados en una prueba de caja de rompecabezas que medía el aprendizaje y la memoria.
Para satisfacción de los investigadores, la metformina fue capaz de activar las células madre neurales en el cerebro y promover la recuperación cognitiva. Pero los datos también revelaron algo inesperado. La metformina no afectó a todos los animales de la misma manera. Solo funcionaba en hembras adultas.
“Cuando miramos por primera vez los datos, no vimos el beneficio del tratamiento con metformina –explica Morshead–. Entonces nos dimos cuenta de que las hembras adultas tendían a hacerlo mejor que los machos”.
Una exploración más intensa reveló que la metformina activó selectivamente las células madre neurales femeninas adultas sin tener ningún efecto en los machos. Esto fue debido a la hormona sexual femenina estradiol que de alguna manera mejora la capacidad de las células madre para responder a la metformina. Por el contrario, la hormona masculina testosterona parece inhibir este proceso.
Cuando a las hembras se les extirparon los ovarios y no tenían la hormona sexual femenina, las células madre no respondieron al tratamiento con metformina. “Saber que hay efectos dependientes de la edad y el sexo, tiene tales implicaciones para el tratamiento y la terapéutica”, dice Morshead.
Los hallazgos se producen en un momento en que los científicos está teniendo en cuenta el sesgo de datos sesgado contra las mujeres debido al uso predominante de animales machos en la investigación.
“La idea era que vamos a estudiar a los hombres porque todo lo que necesitas saber se encuentra en el cerebro masculino, y luego el cerebro femenino simplemente complica las cosas con las hormonas –relata Morshead–. Esto está muy equivocado y es problemático para avanzar en la salud neurológica”.
Como la investigación en animales informa a los estudios en humanos, se cree que el sesgo sexual ha llevado a ensayos clínicos fallidos, diagnósticos erróneos y terapias inapropiadas para las mujeres, como se destaca en un artículo reciente en ‘Science’.
Se están realizando ensayos en humanos para reutilizar la metformina como medicamento de reparación cerebral, con un pequeño estudio en el hospital SickKids de Toronto, que lo prueba en niños que sufrieron lesiones cerebrales, dirigido por los colaboradores de Morsehad, Donald Mabbot y el doctor Eric Bouffet, directores de Neurociencia y Mental de SickKids Programas de salud y tumor cerebral, respectivamente.
Aunque la cohorte de pacientes actual es demasiado pequeña para detectar efectos sexuales, el plan es aumentar el número de pacientes para ver si el sexo también afecta el resultado del tratamiento en las personas, señala Morshead.
Fuente: infosalus.com