Hay labores que resultan extraordinariamente sencillas de realizar en la Tierra, pero que en el espacio podrían llegar a ser muy difíciles de conseguir, y una de ellas es el simple acto de mezclar cemento para conseguir que este se haga sólido.
Sin embargo, un grupo de astronautas en la Estación Espacial Internacional (EEI), logró desarrollar un método para hacer esto posible, y de esta manera acercarse un paso más para lograr crear el concreto que serviría para construir en planetas como Marte o la Luna.
Este experimento formó parte del proyecto Investigación de Solidificación de Cemento en Microgravedad (MICS), y se consiguió mezclando silicato tricálcico y agua fuera de la gravedad de la Tierra por primera vez.
MICS exploró si solidificar el cemento en microgravedad daría lugar a microestructuras únicas y proporcionó una primera comparación de muestras de cemento procesadas en el suelo y en microgravedad. La investigación ha sido publicada en Frontiers in Materials.
“En las misiones a la Luna y Marte, los humanos y los equipos deberán protegerse de las temperaturas extremas y la radiación, y la única forma de hacerlo es mediante la construcción de infraestructuras en esos entornos extraterrestres”, explicó Aleksandra Radlinska, investigadora principal del proyecto y docente de ingeniería civil en la Universidad Estatal de Pensilvania.
En ese sentido, señaló que la intención es que esas construcciones sean realizadas con un “material similar al concreto”, ya que es “muy resistente” y ofrece una mayor protección que “muchos materiales”.
La evaluación de muestras de cemento que contienen partículas lunares simuladas procesadas a bordo del laboratorio en órbita a diferentes niveles de gravedad, está actualmente en curso.
Mostrar que el cemento puede endurecerse y desarrollarse en el espacio representa un paso importante hacia esa primera estructura construida en la Luna. “Confirmamos la hipótesis de que esto se puede hacer”, dijo Radlinska.
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