Después de azotar las Islas Vírgenes, Bahamas y Carolina del Norte, la tormenta Dorian llegó al extremo este de Canadá con fuertes vientos el domingo y dejó sin electricidad a cientos de miles de personas.
Dorian tocó tierra cerca de la ciudad de Halifax el sábado por la tarde, arrancó árboles y techos de edificios de apartamentos, y derribó una enorme grúa de construcción.
Según el reporte de las 14:00 hora local (18:00 GMT) del NHC, el ciclón aumentó su potencia en 15 millas por hora (24 km) como también su velocidad de desplazamiento hacia el noreste.
Hasta el momento no se reportan muertes en Canadá, aunque en Bahamas se le atribuyen 43 decesos, cinco en Estados Unidos y uno en Puerto Rico.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó el domingo por la mañana que vórtice del ciclón post-tropical estaba a 90 kilómetros (55 millas) al este-noreste de la semidesierta isla Anticosti y que tenía vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora (80 mph). El meteoro se dirigía hacia el norte-noroeste, aproximadamente por la ruta del río San Lorenzo.
Las autoridades en Nueva Escocia le pidieron a la gente de la provincia que se mantuviera alejada de las carreteras para que las cuadrillas pudieran retirar árboles y escombros y restaurar la energía. El gobierno dijo que hasta 700 militares se desplegarán en todo el Marítimo para ayudar a restaurar la electricidad, despejar las carreteras y evacuar a los residentes en áreas inundadas.
Nova Scotia Power Inc. informó que 380.000 clientes estaban en sin electricidad. A medida que la tormenta azotaba la Isla del Príncipe Eduardo, cerca de 50.000 hogares y negocios pronto quedaron sin luz, al igual que otros 74.000 en New Brunswick.
Hasta ahora ahora, la mayor devastación causada por la tormenta fue en las Bahamas, donde Dorian golpeó hace una semana como un huracán de categoría 5 con vientos de 295 km/h (185 mph), y luego se mantuvo cerca de la costa durante más de un día y medio, destruyendo miles de casas. Aviones, cruceros y yates están ayudando a evacuar a personas de las Islas Ábaco y las autoridades intentaban llegar a áreas aún aisladas por inundaciones y escombros.
Los habitantes de Nueva Escocia se habían preparado para fuertes lluvias y posibles inundaciones en la costa, y las autoridades en Halifax solicitaron a la gente sujetar objetos pesados que pudieran convertirse en proyectiles. Los negocios fueron alentados a cerrar temprano.
“No queremos que los ciudadanos de Halifax anden por el centro con la llegada de las aguas”, dijo Erica Fleck, jefa adjunta de reducción de riesgos comunitarios en Halifax, capital de la provincia, donde viven 400.000 personas.
La grúa que se vino abajo se estrelló contra la parte lateral de un edificio de departamentos en construcción. En el extremo sur de la ciudad, un techo fue arrancado de un complejo de apartamentos y el bombero Jeff Paris dijo que varios edificios habitacionales fueron desalojados. Tras la caída de la grúa, árboles y tendidos eléctricos, es una fortuna que no haya lesionados graves ni fallecidos, agrego.
El Comercio.