Para Manuel Espinás, distinguido guitarrista mexicano-cubano, se puede vivir del arte, aunque implique un esfuerzo mayor si se compara con otras disciplinas; por el contrario, “un país no puede vivir sin música y sin arte (en términos generales), eso es imposible”.
En su opinión, las bellas artes cobran más importancia en la actualidad, cuyo contexto es la violencia y enajenación: “Pienso que el arte es la herramienta fundamental para convertirnos en mejores seres humanos”, dijo el laureado concertista y conferencista.
Manuel Espinás, también académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), inició las actividades del tercer día del X Encuentro Internacional de Guitarra –organizado por el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz (ISMEV) y la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV)–, al impartir clases magistrales en la máxima casa de estudios.
En su presentación, el coordinador general del evento, Alfredo Sánchez Oviedo, destacó que en Espinás, al haber nacido y estudiado en La Habana, converge toda la tradición cubana de la guitarra, que toma a su vez de la europea como de las raíces afroamericanas, lo cual le da un toque especial a la enseñanza y forma de ejecutar.
En entrevista previa a su participación, destacó la importancia y trascendencia de que se desarrollen actividades como ésta “porque fomentan la colaboración constante entre maestros, actualización del profesorado y en consecuencia el desarrollo y evolución de los propios estudiantes”.
Al preguntarle cuáles son los desafíos para las instituciones formadoras de músicos y para su comunidad estudiantil en sí, si se toma en consideración la globalización y que se vive en un mundo mayormente digital, destacó: “No hay que pensar que todo está en la red, aunque pudiera parecer así. Es una manera muy simplista de ver las cosas y por eso son importantes estos intercambios académicos. En primer lugar, propician un acercamiento, porque no hay nada mejor que el tú a tú en las clases; sobre todo en el mundo de la guitarra clásica es muy importante, porque es el instrumento más competitivo hoy en día”.
De ahí el reto de las instituciones formadoras de músicos, de propiciar este tipo de encuentros musicales y académicos, así como festivales que contrarrestan el enajenamiento con Internet. En otras palabras, generar escenarios “donde el alumno se vea obligado a asistir y consumir el arte en vivo, más allá de la red”.
Un desafío más de las escuelas de música es la actualización constante de su plantilla académica, enviándolos constantemente a cursos o realizar posgrados, lo cual se verá reflejado en la calidad del estudiantado.
En su opinión, el nivel de los académicos y el de ejecución de los estudiantes de la Facultad de Música de la UV es “altísimo”; en ese sentido, a manera de mensaje para esta comunidad, expuso: “Apoyen y valoren este tipo de eventos que se hacen con un gran sacrificio, porque es la única forma que tenemos de convertirnos en seres humanos más sensibles. Quizá la gente que viene sólo ve el concierto o la clase maestra, pero no lo que hay detrás de ellos, que cada vez, lamentablemente, se hacen con un esfuerzo muy grande, tanto económico como de gestión, porque la cultura, como sabemos, siempre es lo último”.
UV/Karina de la Paz Reyes Díaz