De todos los dirigentes estatales que ha tenido el PRD, Rogelio Franco Castán es uno de los que más beneficios personales le han sacado a la franquicia del partido del sol azteca en Veracruz.

Con los ex gobernadores Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, del PRI, mejoraron mucho sus finanzas personales y su patrimonio familiar, mientras que con el panista Miguel Ángel Yunes Linares ocupó la Secretaría de Gobierno, el más alto cargo que un perredista ha desempeñado en una administración estatal, en pago por la alianza que hizo con el PAN en las sucesión estatal de 2016, a la que luego se sumarían la municipal de 2017 y la gubernamental de 2018.

Por eso, ahora, Franco es uno de los pocos líderes perredistas que abiertamente se niega a ceder el registro del partido a la nueva plataforma “Futuro 21”, pues al perder su control tampoco se beneficiará con las mismas canonjías.

A través de su cuenta de Twitter, el ex funcionario yunista fijó su posicionamiento sobre la anunciada desaparición del PRD.

“El perredismo de Veracruz da la bienvenida a nuestro partido a nuevos actores, para sumarse a la lucha contra un gobierno autoritario, más no al cambio de nombre.

“Venimos de un proceso exitoso de afiliación y organización que lo confirma: #HayPRDParaRato.

“Vayamos al Congreso Nacional a defender su identidad e importancia en la historia política de #México.

“Nuestro nombre es @PRDMexico; partido al que nos afiliamos hace unos días y tenemos que defender, impulsar y hacer resurgir.

“Hoy concluimos la afiliación al @PRDMexico y el pueblo de #Catemaco fue testigo.

“Más de 40 mil perredistas veracruzanos confirman que juntos construiremos un nuevo futuro para nuestra entidad”, concluyó.

Y es que de desaparecer el PRD, Franco ya no podría poner a disposición de Yunes Linares esta franquicia para ir nuevamente en alianza con el PAN en la elección de diputados locales y ediles en el 2021, y posteriormente en la sucesión gubernamental de 2024, en la

que pretendería contender de nueva cuenta Miguel Ángel Yunes Márquez, el primogénito de su ex jefe político, proyecto sucesorio que podría venirse abajo también si en septiembre próximo, en la elección interna del PAN, pierde José de Jesús Mancha Alarcón, el candidato yunista a la presidencia del Comité Directivo Estatal del partido blanquiazul.

Sin embargo, pese al rechazo de Franco Castán y de otros personajes del perredismo como el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero –destituido en octubre de 2014 tras la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en Iguala–, todo parece indicar que la suerte del PRD está decidida, pues el proyecto de Futuro 21 es impulsado por el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles; el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y por los ex dirigentes nacionales Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete y Angélica de la Peña, del grupo de Los Chuchos, y por Guadalupe Acosta Naranjo y Fernando Belaunzarán, de los Galileos.

Según Aguirre Rivero, el ex priista José Narro, ex secretario de Salud y ex aspirante a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, encabezaría la dirigencia de la nueva plataforma con la que pretenden sustituir al PRD.

¿El ex rector de la UNAM le confiaría Veracruz a Franco?

Casi en la boca del lobo

Este lunes, el gobernador Cuitláhuac García encabezará la ceremonia del inicio del ciclo escolar 2019-2020 en la cabecera municipal de Ixhuatlán de Madero, el terruño del ingeniero Heberto Castillo, cuya medalla que lleva su nombre entregó el mandatario veracruzano el pasado viernes en sesión solemne de la LXV Legislatura del estado al académico e investigador de la Universidad Veracruzana, Marco Antonio Rodríguez Revoredo.

Anoche corrían comentarios acerca de quién le habría sugerido al jefe del Poder Ejecutivo estatal presidir dicho evento en ese punto de la Huasteca veracruzana justamente ahora en que algunos enojados líderes comunitarios de Chicontepec se organizan para exigir la liberación de los indígenas que casualmente el viernes pasado fueron detenidos por la Policía Estatal y presentados ante la Fiscalía General de la República acusados de obstruir las vías federales de comunicación, debido al ilegal bloqueo que durante algunas horas hicieron de la carretera Xalapa-Veracruz, a la altura de la SEV, como medida de presión para que las autoridades educativas atendieran y resolvieran sus demandas.