La Universidad Veracruzana (UV), a través del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (Cendhiu), apoya el ingreso, permanencia y egreso satisfactorio de los estudiantes con discapacidad. De esta forma, avanza hacia la consolidación de una institución incluyente donde todas las personas tengan cabida desde sus diferencias y en igualdad de oportunidades. María José García Oramas, coordinadora del Cendhiu, destacó todas las acciones desarrolladas por el organismo que encabeza desde 2016 y anunció la realización del curso-taller “La Universidad inclusiva: nuevas estrategias de inclusión hacia las y los estudiantes con discapacidad en el ámbito de la educación media superior y superior en la Universidad Veracruzana”.
Este evento tendrá lugar los días 29 y 30 de agosto en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de Boca del Río y será impartido por Rodolfo Guillermo Flores Briseño, investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
El propósito de este encuentro que reunirá a jóvenes con discapacidad de las cinco regiones universitarias, enlaces, profesores interesados, investigadores de cuerpos académicos (CA) estudiosos del tema y personal del Cendhiu, es construir colectivamente un proyecto de universidad incluyente en el que se consideren las opiniones de los participantes.
En este sentido, García Oramas destacó la trayectoria de la UV respecto al apoyo hacia este sector de la población, a partir de la creación del Programa Universitario para la Inclusión e Integración de Personas con Discapacidad (PIIP).
Cabe mencionar que esta estrategia fue impulsada después de que la institución fuera de las primeras en signar la Declaración de Yucatán sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en las Universidades, en 2008.
La funcionaria precisó que si bien el concepto de universidad incluyente considera a la comunidad universitaria en general, desde 2016 el Cendhiu se enfoca principalmente en detectar y apoyar a los jóvenes que aspiran a formar parte de esta casa de estudios, pues se trata de un tema de responsabilidad social universitaria, transversal, de derechos humanos, justicia y equidad.
La Coordinadora del Cendhiu manifestó que esto representa que uno de cada cinco jóvenes con discapacidad logra acceder a educación media superior y superior, a diferencia de jóvenes que no enfrentan esta condición, que es uno de cada tres.
No obstante, es en la discapacidad auditiva –en comparación con la motriz, intelectual y sensorial– donde se tiene uno de los mayores rezagos no sólo al ingreso sino durante el transcurso de la carrera.
Precisó que a la fecha se tienen detectados 35 estudiantes con algún tipo de limitación y la mayoría se concentra en la región de Xalapa.
Por ejemplo, los de discapacidad motriz tienen un buen desenvolvimiento ya sea en muletas, sillas de ruedas u otro aparato funcional. Además, muchos de ellos también son buenos deportistas, por lo que existe estrecha coordinación con la Dirección de Actividades Deportivas (DADUV).
De igual forma, los jóvenes con discapacidad intelectual también suelen destacar en áreas como las artes y otras; en cambio, los de limitación auditiva requieren de un apoyo específico de lengua de señas mexicana.
“Demandan un tipo de atención en la que la UV está trabajando para que puedan formar parte de la institución, debemos avanzar porque son ellos quienes encuentran mayor dificultad.”
En general, reiteró el apoyo que se les brinda desde su ingreso a través del Departamento de Administración Escolar; posteriormente el Cendhiu les aporta asesoría en términos de acceder al sistema y conocer los requisitos.
Asimismo, durante el examen de admisión se les orienta sobre las necesidades específicas que requieren, quizá un intérprete de señas o un software especializado.
Ya inscritos en la UV, se les da un seguimiento y respaldo a través de programas de becas, acompañamiento efectivo por medio de tutores, cursos y talleres.
Por otra parte, también se ha avanzado en relación al Programa para la Inclusión y Equidad Educativa (PIEE) financiado por la Secretaría de Educación Pública (SEP). Con base en lo anterior, investigadores elaboraron un material en formato de libro titulado “Universidad incluyente: lineamientos para la atención a estudiantes con discapacidad”.
Desde ahí se aborda lo que sería un lineamiento basado en todas las declaratorias que existen en términos de derechos humanos a nivel nacional e internacional.
Además, al interior de la Universidad se trabaja en coordinación con todas las entidades que tienen que ver con el tema, como la Dirección de Planeación de Proyectos, a fin de que los espacios universitarios sean cada vez más amigables con los alumnos.
Al reiterar la detección oportuna de estos jóvenes cuando ingresan a la UV, dio a conocer la participación de docentes y personal administrativo, con el propósito de eliminar barreras para su adecuado desempeño.
Abundó sobre el curso-taller sobre universidad inclusiva y expuso que la decisión de realizarse en Boca del Río obedeció al avance mostrado en la atención de personas con discapacidad, pues cuenta con un encargado del programa y enlaces en cada Facultad.
UV/Claudia Peralta