Los chiles verdes que se consumen en México provienen principalmente de China (60%) y sólo 4 de cada 10 son producidos en el país, de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Asimismo, la WWF advirtió que la variedad de frijoles mexicanos está desapareciendo de las cocinas del país, a pesar de que México cuenta con 50 de los 150 tipos de frijol que hay en el mundo, ya que hoy menos de una decena de hogares los siguen consumiendo.
Ante esto, la organización lanzó la campaña “Dale Chamba”, con la que promueve la conservación de más de 1,500 especies fundamentales de la gastronomía mexicana que se han ido perdiendo por la crisis climática y la invasión de productos extranjeros.
“Si no se nutren igual (los cultivos) al cambiarlos de sitio el fruto cambia. Como los (chiles) serranos secos que vienen de China, que no tienen sabor, no tienen aroma, no tienen color, no hay pungencia”, señaló la chef Silvia Cursain, profesora del Colegio Superior de Gastronomía, a la agencia EFE durante el lanzamiento de la campaña.
A su vez, el director general de WWF México, Jorge Rickards, indicó que el país tiene una riqueza cultural que se traduce en la cocina, ya que esas especies forman parte de los ingredientes de la dieta tradicional de los pueblos de México.
También mencionó que debido a la adopción del “modelo de comida rápida” en la dieta de la sociedad mexicana se han puesto en riesgo los cultivos de jitomate riñón, chile chilhuacle, chile pasilla mixe, chile poblano, pepita de calabaza gruesa, frijol vaquita, frijol ayocote, durazno criollo, pera de San Juan y manzana panochera.
Además de que productos nacionales se consumen poco fuera de su región porque no presentan características estéticas populares en supermercados y hay un desconocimiento generalizado de cómo emplearlos, por lo que no son utilizados en la preparación de platillos.
Forbes.