Su vida, actuación y trayectoria es digna de un personaje del escritor norteamericano Mario Puzo. Si el autor de La arena sucia, Los tontos mueren, La Cuarta K, El Último Don y El Padrino, viviera, ya estaría en tierras veracruzanas analizando, estudiando, escudriñando y enriqueciendo su obra literaria con este robusto personaje de la vida política local.
Ha sido casi de todo, alcalde de su natal Coatzacoalcos, director del Instituto Veracruzano de los Adultos, asesor del Secretario de Gobierno Flavino Ríos Alvarado, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Director del Registro Público de la propiedad, Magistrado y actualmente Presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado de Veracruz.
Pero ante todo y todo el tiempo, Edel Álvarez Peña ha sido un empresario, hoy un próspero y poderoso empresario y siempre, desde las juventudes de la política partidista, amigo y aliado del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien en su gobierno le dio posiciones políticas y administrativas a más no poder.
El ex gobernante apoyó sus proyectos empresariales y periodísticos e impulsó a su hijo Juan Pablo Álvarez Delong como Director General del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, en una plataforma para que después se convirtiera en candidato a diputado por el distrito de Coatepec, proyecto que no logró cuajar.
Su alianza con Miguel Ángel Yunes Linares ha sido, es y será, indestructible. Así lo tienen de claro los dos y así lo saben sus más cercanos colaboradores y amigos y así constan en las video llamadas que hasta la fecha mantienen por Face Time, el único canal de comunicación, junto con la aplicación “Confide”, en las que confía el Rey del Estero.
Su astucia y dedicación le habrían servido para acercarse y tejer una alianza con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Con el “interés” de ayudar al actual ejecutivo, se le acercó al jefe de la Oficina del Gobernador, Esteban Ramírez Zepeta, a quien le habló al oído, le llenó de atenciones y lo convenció para que fuera su “enlace”, para que le informara de la agenda del mandatario, de los intereses del joven ingeniero mecánico electricista, hoy convertido en uno de los 300 líderes más influyentes de la República Mexicana.
Esteban Ramírez Zepeta fue quien le sugirió que le regalara un cuadro de Emiliano Zapata, el caudillo del sur, admirado también por el Presidente Andrés Manuel López Obrador; Ramírez Zepeta le da sugerencias, le da consejos, “tips” que él, en la soledad de su poderosa oficina del TSJE analiza, estudia y pone en práctica para infiltrarse en el ánimo del gobernador de Veracruz.
Por eso hoy, en la recta final de su periodo como Presidente del TSJE, se encuentra seguro, rebosante, como su propio cuerpo, de felicidad. Sabe que ya tiene la confianza del mandatario veracruzano, a quien convenció de su distancia y lejanía de Miguel Ángel Yunes Linares, el enemigo público número uno de Veracruz. Hoy, dice, está listo para un periodo más en la Presidencia del TSJE y del Consejo de la Judicatura.
Así, con su astucia, con su poder, con su dinero, ha detenido golpes, rumores, expedientes, información delicada que ha circulado de su actuación al frente de la dependencia encargada de procurar justicia. A él los principios e ideales de la Cuarta Transformación le hacen lo que el viento a Juárez.
@luisromero85