Suenan tambores de guerra en Mixtla de Altamirano. Al parecer, la necedad de Morena de desaparecer al Ayuntamiento antes que encontrar una salida política, resultó en un intento de apagar el fuego con gasolina. Así, mientras los integrantes del Concejo provisional tomaban protesta en el C ongreso, en aquél municipio los agentes municipales se pertrechaban, con la amenaza de que no dejarán que los nuevos funcionarios ocupen sus cargos.

¿Qué interés político hay en Mixtla de Altamirano que el gobierno estatal y los partidos políticos en el Congreso están dispuestos a que arda el municipio, antes que abdicar en favor de la paz? ¿Por qué alimentar una lucha de caciques que tendrá un alto costo político en caso de que la sangre llegue al río? ¿Quién será el que aporte el primer cadáver para justificar el uso de la fuerza pública? ¿Qué gana y qué pierde el gobierno? ¿Qué gana y que pierde el PAN?

La cosa no está fácil. Por un lado, la desaparición de poderes es una iniciativa que busca la justicia pero lo hace torciendo la ley e interpretando a conveniencia condiciones de ingobernabilidad que no se acreditan. Tal vez por el sometimiento de la población, pero no se acreditan. Se ha roto la legalidad en busca de la justicia.

Por el otro, permitir que las autoridades depuestas se mantuvieran en el cargo equivaldría a extender una patente de corso a la impunidad. En efecto, no se ha acreditado que algunos de ellos pudieran resultar responsables de los homicidios que desataron esta crisis – fue la alcaldesa victimada quien los señaló directamente-, pero su enorme influencia en el municipio ha resultado perniciosa. Empoderar a los victimarios es un riesgo que no se puede correr.

La desaparición de poderes y la eventual creación de un Concejo Municipal no deben ser el origen de un nuevo conflicto social y político. La permanencia de las actuales autoridades tampoco. Pero lo son.

El tema ha resultado tan confuso, que hasta el propio Grupo Parlamentario del PAN se partió en la votación del dictamen presentado este martes ante el pleno. A pesar de su pública oposición en la víspera, al final realizaron voto individual. Su coordinador Sergio Hernández y dos diputados estratégicos: Marijose Gamboa y Bingen Rementería de plano ni se asomaron por la sesión.

Mientras, otros panistas votaron a favor del dictamen propuesto por la Comisión Instructora presidida por Morena, entre ellos el propio Enrique Cambranis y Rodrigo García. Al final, el dictamen se aprobó con 39 votos a favor y sólo 7 en contra.

Si la decisión del Congreso de decretar una suspensión provisional del Ayuntamiento y no su desaparición definitiva es para ganar tiempo, entonces tendrían una salida de emergencia. Así, si las cosas se complican –como está sucediendo-, entonces se da marcha atrás y se deja la situación en su estado original, es decir, con los ediles que fueron suspendidos este martes sin tener que iniciar un nuevo procedimiento.

Al menos eso es lo que busca el grupo político del síndico y su esposa, la ex presidenta municipal, quienes siguen siendo señalados como posibles responsables del asesinato de la presidenta municipal.

Este miércoles, luego de aprobarse la suspensión provisional del Ayuntamiento, agentes y subagentes municipales se amotinaron y advirtieron que no permitirán que les sea impuesto un Concejo Municipal como lo pretende el Congreso local, por lo que no descartan tomar acciones para evitar que puedan asumir el cargo. Por aquéllos lares, tomar acciones significa muchas cosas.

Incluso, las cosas han empezado a tomar otro giro. El exalcalde Hipólito Rodríguez Tlehuactle y el extesorero Isauro Cuahua, quienes presuntamente habían acusado ingobernabilidad en el municipio, negaron haber pedido que se disolviera el Ayuntamiento. Por su cuenta, los representantes comunitarios dijeron que desconocerán a las personas que les pretenden imponer como nuevas autoridades y quienes ayer tomaron protesta.

El margen de maniobra del nuevo Concejo municipal se ha reducido a cero. Hoy será un día de mucha tensión en Mixtla de Altamirano. La caldera está en ebullición.

Decidir sobre la vida de las personas desde la defensa de los intereses políticos es inmoral. Decidir quién debe gobernar un municipio sin hacer un diagnóstico objetivo y sin escuchar la voluntad de la gente, es irresponsable.

Estamos por conocer las consecuencias.

Las del estribo…

1.    Otra vez los veracruzanos vivimos una jornada de terror. Bolsas con restos humanos en pleno centro de Ixtaczoquitlán, balacera en Acultzingo, linchamiento en Maltrata, secuestro en Río Blanco, personas ejecutadas en Orizaba y Fortín. Mientras, Cisneros y Winckler siguen aventándose la tierra recogida de las tumbas de muchos veracruzanos.

2.    Que los funcionarios de las últimas dos administraciones hagan fila para promover amparos no debe extrañar a nadie. Que lo hagan el actual Secretario de Educación o el Fiscal Anticorrupción habla de que la guerra política entre el gobierno y la Fiscalía sube de intensidad. El gobierno sigue a la deriva en medio de la violencia.