Los contrastes de la 4T nos tienen entre llanto y carcajadas, no pasa un sólo día sin que alguna maroma de los nuevos en el poder nos ponga a temblar, en los municipios, en los estados y desde las mañaneras. Ejemplo de ello es la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda, por estar en desacuerdo con las decisiones tomadas por López Obrador y por que le impusieron a personal sin la experiencia que se requiere para sacar adelante uno de los grandes compromisos en el Gobierno Federal, el manejo de los recursos.
Curioso el contraste que vivimos en el rancho, acá en Veracruz las finanzas y el tema de la hacienda estatal, sin tanta bulla, se han manejado de manera profesional y respaldando el proyecto del gobernador Cuitláhuac García. Con el visto bueno de varias calificadoras de prestigio internacional, la Secretaría de Finanzas de Veracruz tomó en sus manos una bomba de tiempo y, parece, la va a desactivar. Curioso es también que se haga sin tanta maroma, siguiendo la máxima que dice «trabajo mata grilla».
Mientras AMLO sufrirá más desgaste político y se le restará legitimidad a sus decisiones en materia hacendaria, el gobierno de Veracruz va encontrando la cura a uno de los temas urgentes de atender, las finanzas; y Cuitláhuac García estará conforme por la designación que hizo en las oficinas de SEFIPLAN.