El pasado 5 de julio se llevó a cabo en la ciudad de Xalapa la primera sesión ordinaria del Consejo Veracruzano de la Agenda 2030 con el propósito de aprobar los lineamientos de operación y coordinar acciones para el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas y programas que contribuyan a alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible.
La instalación de este Consejo se realizó en cumplimiento con los objetivos establecidos por el Consejo Nacional, que señalan el compromiso de acompañar a las entidades federativas en su implementación, además de coadyuvar con las legislaturas para el desarrollo de leyes de visión sostenible.
La es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que tiene por objeto fortalecer la paz universal, se compone de 17 objetivos y 169 metas que fueron establecidos luego de realizarse un intenso proceso de foros y consultas con la participación de gobiernos y sociedad civil de todo el mundo; entró en vigor el 1 de enero de 2016 con la finalidad de lograr el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones: económica, social y ambiental.
Los objetivos y metas establecidos son resultado de las aspiraciones conjuntas de todos los países, sin embargo, cada Estado tiene la obligación de fijar sus propias metas, tomando en cuenta el contexto y las condiciones de su población y territorio.
En México el liderazgo para la implementación de este proyecto recae en la Oficina de la Presidencia de la República, mientras que en el ámbito estatal y municipal se han constituido como espacios de deliberación y acuerdos la Conferencia Nacional de Gobernadores y la Conferencia Nacional de Municipios, así como los Consejos Estatales.
Nuestro país ha tenido una destacada participación en la definición de la Agenda, desde su aprobación ha sido de los Estados más activos tanto en foros como en negociaciones.
Sin embargo, a pesar de que el país ha avanzado, aún se encuentra lejos de alcanzar los 17 objetivos del desarrollo, por lo que es necesario que tanto el gobierno como el sector privado y la academia se comprometan aún más en la promoción y ejecución de acciones que impulsen el desarrollo sin comprometer los recursos para las futuras generaciones.
Los gobiernos tanto federal como local deben abordar la Agenda como un proyecto transexenal, las políticas públicas deben diseñarse con visión de largo plazo para garantizar la continuidad de los esfuerzos.
Los municipios tienen la obligación de dar respuesta a las necesidades de sus habitantes y cuidar el planeta, asumiendo el compromiso de integrar y operar el presupuesto municipal en obras y acciones que sean congruentes con los objetivos y metas de la Agenda 2030.
El futuro de la humanidad está en nuestras manos, y en las manos de las generaciones más jóvenes, que son quienes entregarán la estafeta a las generaciones venideras, por lo que contribuir al logro de los objetivos del desarrollo sostenible debe ser una misión colectiva que impulse el progreso social, el equilibrio medioambiental y nos encamine hacia una sociedad más justa y prospera para todos.