El refugio para mujeres víctimas de violencia Mujer Contemporánea, el único de Aguascalientes, ha recibido a 27 familias este año, pero lo ha hecho sin un solo peso del dinero público, porque sigue sin repartirse el presupuesto aprobado para estos centros de auxilio, después de que la convocatoria fue suspendida temporalmente y se retrasó más de lo acostumbrado la asignación de subsidios.
Apenas este 1 de julio, la Secretaría de Salud emitió un oficio pidiendo al Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, rector del programa, que entregue el dinero a los proyectos aprobados, un monto de más de 293 millones de pesos. Eso desató sorpresa en quienes dirigen los refugios, al ver que a pesar de que llevan meses en pláticas con gobierno, hasta ahora se giran instrucciones para asignar los subsidios.
Roxana D’Escobar, directora del refugio de Aguascalientes, cuenta que las autoridades del Centro de Equidad de Género dijeron que la liberación de recursos “si no es esta semana, es la que entra”, lo que mantiene la incertidumbre.
El refugio ya no tiene medicamentos y escasean los alimentos no perecederos que tiene de reserva. Sus proveedores y la casera que le renta los espacios para el refugio y el Centro de Atención Externa que dirige ya la están presionando, porque si bien estaban acostumbrados a que se atrasara con los pagos a principios de año, reconoce, ya que siempre se atoran los recursos federales, en junio a más tardar siempre se ponía al corriente.
Además, del proyecto que envió, detallando cuánto presupuesto y personal necesita para operar todo un año, en el que suele acoger a casi 60 mujeres con sus hijas e hijos en el refugio y brindar hasta 34 mil atenciones en el centro de atención externa, le aprobaron un 30% menos (un recorte de alrededor de 2 millones de pesos) y le indicaron que tiene que despedir personal, como la enfermera del refugio, a una de las dos trabajadoras sociales que tenía, a dos de las cuatro psicólogas, y a una de dos abogadas que daba asesorías, que va a dejar 200 expedientes sin resolver.
Ante la falta de certezas y el hecho de que no han cobrado en todo el año, dos de las 17 personas que trabajan con ella prefirieron ya mejor buscar otro empleo.
D’Escobar sostiene que ella no piensa cerrar el refugio, que fue el primero de todo el país y está cumpliendo 24 años de operación, pero ya está buscando estrategias para obtener dinero a futuro, como acercarse al gobierno estatal a pedir apoyo.
Pero este año, ya cerraron dos de estos lugares de auxilio a mujeres y niños violentados: uno en Puebla y otro en Guanajuato. Este último terminó su labor después de 15 años porque la Secretaría de Salud rechazó su proyecto, con el argumento de que no había acreditado el personal reportado, con lo cual quedaron desprotegidas cuatro familias que tenía albergadas, según la agencia de noticias CIMAC.
Otros centros están tomando medidas como dar dos terapias a la semana en lugar de cuatro, o reducir los talleres de autogestión para mujeres que buscan ayuda, y, sobre todo, buscar donaciones para subsistir, detalla Wendy Figueroa, directora general de la Red Nacional de Refugios que agrupa 72 de estos espacios en 22 estados del país.
“La incertidumbre y desmotivación que ves en los equipos de trabajo, pese al compromiso que tienen impresionante, se transmite a las mujeres. Las mujeres te dicen: ‘¿Y si me sacan, a dónde me voy a ir ahorita, escuché tal cosa, me va a sacar?’. Entonces tienes que darle esa contención además a las mujeres usuarias, de que no las vamos a sacar”, afirma.
¿Cómo ha sido el proceso para repartir subsidios?
La incertidumbre para los refugios empezó el 21 de febrero, cuando la Secretaría de Salud, ente responsable, suspendió la convocatoria para que las organizaciones solicitaran recursos. La dependencia aseguró un día después que los recursos para víctimas de violencia de género estaban garantizados, pero que se iba a analizar una estrategia más conveniente. Ante la polémica, la convocatoria fue reactivada 48 horas después.
El 1 de marzo, el tema llegó a la conferencia mañanera del presidente, quien dijo que el gobierno los operaría de manera directa, para evitar los intermediarios y dar dinero a las Organizaciones de la Sociedad Civil; la vocería agregó que se estaba analizando que los absorba la Secretaría de Gobernación.
El 6 de marzo, cerró la convocatoria y los resultados se comunicaron el 30 de abril. Figueroa detalla que fueron aprobados 69 proyectos, 45 de refugios y otros 24 de Centros de Atención Externa, operados por 45 organizaciones. A otras 15 se les rechazó la propuesta y no se les concedió subsidio.
De los 346 millones 482 mil 708 pesos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 para el programa “Subsidios para refugios y centros de atención externa de refugios para mujeres víctimas de violencia”, se asignaron 293 millones 390 mil 098, es decir, el 85 %.
El siguiente paso es que las directoras firmen los convenios para recibir el dinero, pero esto, que solía ocurrir en mayo, sucedió hasta el 11 de junio.
D’Escobar explica que esto siempre ha implicado que en realidad tienen convenios para ocho meses del año, por lo que acostumbran hacer una especie de caja de ahorros por trabajador, para que de ahí cobren entre enero y abril. Pero si esta vez apenas en junio se firmó el convenio, y el 1 de julio Salud dio la orden de transferir los subsidios, se preguntan cuándo llegará realmente el pago.
Animal Político solicitó a la Secretaría de Salud saber por qué los retrasos en la asignación de recursos. El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, rechazó que haya retrasos o afectaciones por la suspensión temporal de la convocatoria, que fue de menos de 48 horas y luego continuó igual.
“Los procesos legales y administrativos para el financiamiento de los Refugios se han ejecutado de acuerdo con lo previsto. El oficio reciente enfatiza el carácter apremiante de transferir los recursos a todas las organizaciones que fueron seleccionadas por el Comité de Expertas que dictaminó las propuestas”, respondió por escrito.
Ante el hecho de que quedaron 53 millones sin asignar, López-Gatell confirmó que habrá una segunda convocatoria este mismo año. Aunque Figueroa remarca que si la primera se ha tardado cuatro meses sin resultados, la segunda tendría que publicarse ya para que alcance a repartir el dinero.
También se le preguntó al subsecretario si ya hay un modelo alternativo desde el gobierno para atender a las víctimas de violencia de género. La respuesta fue que desde marzo de 2019 se estableció un Grupo interinstitucional que diseña el nuevo modelo considerando las mejores prácticas nacionales e internacionales y las necesidades actuales en estados y municipios.
La Red de Refugios, por su parte, no ha recibido información sobre la posibilidad planteada en marzo pasada de que los refugios fueran absorbidos.
Mientras tanto, el pronunciamiento llevado a Palacio Nacional exige que en máximo tres días se cumpla con la entrega de subsidios, o más refugios estarán en riesgo de cerrar sus puertas, lo que pondría en peligro a 25 mil mujeres y niños que sufren violencia y reciben atención en estos centros.
Itxaro Arteta/Animal Político