En 5 museos de la CDMX se ha concentrado 67% de las visitas totales de enero a mayo; en Veracruz, el Museo Baluarte de Santiago no había atraído una sola visita.
En México, la gente enaltece a su país por su gran diversidad cultural y natural. Sin embargo, los recintos en donde se alberga la producción histórica y artística no recibe atención igualitaria en los diferentes estados de la República.
Mientras que sólo en cinco museos de la Ciudad de México se han concentrado el 67% de las visitas totales desde enero a mayo de este año en otros lugares como Yucatán o Morelos existen sitios que no han recibido ni siquiera una visita.
En el territorio nacional existen 162 museos abiertos al público bajo el resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuya función es narrar los pasajes de la historia nacional o estatal, así como dar o expandir los conocimientos sobre una localidad, un lugar o un evento histórico.
De esos 162 lugares, en ocho museos nadie ha pisado sus instalaciones en lo que va del año. Por ejemplo, dos sitios históricos que podrían imaginarse como relevantes son el Museo La Francia Chiquita y el Museo Histórico del Oriente de Morelos.
Ambos fueron hogares de los héroes de la lucha por la independencia más relevantes: Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón, respectivamente. En ese par de sitios se cuenta el crecimiento de los insurgentes, así como sus gustos y pasiones.
En Chiapas, el Museo Arqueológico del Soconusco hay una exposición del sitio arqueológico de Izapa que ha sido ignorada todo el año; pero no se trata únicamente de un rechazo a lo arqueológico, pues en la Pinacoteca de Mérida, donde se exponen obras del virreinato tampoco ha asistido gente.
En Puebla, una ciudad sumamente histórica para México, hay dos sitios que ninguna persona ha visitado: el ex Convento de San Francisco y la Casa de las Palestinas. De hecho, este último recibe tan poca atención que en el sitio web de la Secretaría de Cultura no hay información sobre él.
Uno que no se entiende su abandono es el Museo de Arqueología Subacuática de Campeche, pues en él se encuentra un acervo de la cultura maya único. Dentro de sus paredes hay máscaras funerarias y joyería de jadeíta provenientes de tumbas de los Divinos Señores de Calakmul, entre otras figuras de alto valor histórico.
En Veracruz ocurre algo similar con el Museo Baluarte de Santiago, en donde se exhibe una colección arqueológica que consta de 42 piezas de lingotes de oro precolombino que le fueron decomisadas a un pescador quien las había hallado en el fondo del mar.
De acuerdo con expertos consultados por El Universal, entre las razones por las cuales estos museos no han registrado visitas son variadas, pero destacan la reducción paulatina de presupuestos para la operación, promoción, conservación y restauración de los recintos.
Gerardo Herrera, especialista en turismo de la Universidad Iberoamericana en entrevista con el diario, mencionó que en México «hay un centralismo cultural y deberíamos tener más federalismo en ese aspecto, particularmente en el sureste del país, que está bastante descuidado».
Es importante recalcar que en este fenómeno también influyen otros factores apartados de la labor gubernamental con los sitios como el avance de la tecnología y el desinterés de las personas por profundizar en aspectos de su historia.
Con información de Infobae