Administrativos del INM, algunos de ellos licenciados en Relaciones Internacionales, son enviados a Chiapas como custodios de migrantes.
Se trata de siete administrativos sin ninguna experiencia en labores de custodia. Se les avisó de su misión con un solo día de anticipación, sin instrucciones previas ni capacitación al respecto.
Este personal administrativo fue trasladado a Tapachula, Chiapas, para custodiar a los migrantes durante 12 días.
“Se expuso a situaciones de riesgo a personal que no cuenta con la capacitación y la experiencia necesarias para la realización de tales actividades, personal de la estación no vigiló ni coordinó el regreso seguro a las instalaciones del INM, tuvieron que trasladarse en la frontera con Guatemala, uniformados, por sus medios y con el riesgo de ser agredidos debido a que no les asignaron transporte oficial para el regreso”, señala un oficio en poder de Excélsior.
A pesar de que la plaza laboral con la que están contratados estos servidores públicos es de apoyo (P23) y, de acuerdo con Declaranet, sus funciones son control de gestión, por instrucciones que sus jefes, de manera directa y con la amenaza de ser despedidos en caso de negarse a ser comisionados, volaron el 2 de abril hacia Tapachula.
Durante las dos semanas que los sietes administrativos estuvieron asignados como custodios se enfrentaron a amenazas directas por parte de migrantes, riesgo de motín, altercados, intentos de fuga, enfermos con salmonelosis, un brote de vómito entre los indocumentados y expandilleros centroamericanos.
Tampoco tenían a la mano los protocolos o asesoría para saber cómo atender a migrantes enfermos, menores de edad o pandilleros respetando sus derechos humanos y su condición jurídica.
Los servidores fueron enviados con solamente 870 pesos de viáticos por día, incluyendo hospedaje, alimentos y transporte, cuando una habitación doble en cualquier hotel de Tapachula tiene un precio mínimo de 800 pesos por noche, denunciaron.
En días pasados, policías federales se quejaron por las malas condiciones en las que laboran en la frontera sur, como el dormir a la intemperie en casas de campañas o mala alimentación.
Esta denuncia llevó a que el nuevo titular del INM, Francisco Garduño, ofreciera una disculpa pública, a través de un comunicado y en su cuenta oficial de Twitter, por haberlos llamado “fifís” cuando se enteró de los reclamos que hicieron: “Ofrezco una disculpa por haber hecho una declaración desafortunada. Subrayo mi respeto y respaldo a la @PoliciaFedMx, así como mi compromiso porque trabajen en condiciones dignas en este plan emergente para atender la #migración”.
Las nuevas asignaciones a los cientos de administrativos del INM para realizar labores de custodios han provocado una oleada de renuncias de empleados de las áreas de oficina, pues prefieren abandonar su trabajo antes de ser comisionados las estaciones migratorias.
Esta comisión de siete administrativos se hizo entre el 2 y 14 de abril y fue denunciada en un reporte debido al riesgo al que se les expuso, ni siquiera sucedió en este nuevo contexto de reforzamiento de la política migratoria, negociada entre Estados Unidos y México (el pasado 7 de junio), sino dos meses antes.
Luego de la amenaza del gobierno estadunidense de incrementar 5% los aranceles en productos mexicanos, en caso de no detener el flujo de migrantes centroamericanos hacia al norte, el canciller Marcelo Ebrard se comprometió con el presidente Donald Trump que en 45 días (plazo que vence el 22 de julio) reduciría el ingreso de indocumentados.
Ante la falta de controles que existían en México para detener la migración, llegaron 472 mil indocumentados a suelo azteca durante los primeros tres meses de 2019, cifra que equivale a la migración de todo un año.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, Francisco Garduño, comisionado del INM, explicó que entre los migrantes que ingresaron al país con destino a Estados Unidos, no sólo eran originarios de Centroamérica; también de África, de países como Etiopía y Somalia; y de Europa, provenientes de Turquía.
Por esto, para hacer frente a la crisis migratoria que atraviesa México y poder cumplir con el acuerdo con Trump, sólo en la frontera sur se tuvo que desplegar a 6 mil agentes.
Para completar los seis mil agentes en la frontera sur fue necesario echar mano de elementos de la Guardia Nacional, de la Policía Federal y hasta solicitar custodios de prisiones federales para ser enviados a Chiapas.