La filtración de las actas de nacimiento que confirmarían el lazo consanguíneo del gobernador Cuitláhuac García y de Eleazar Guerrero como primos hermanos, ha dividido al gabinete morenista en tres partes: los afines del gobernador que indagan quien fue el autor del misil, los que danzan de felicidad porque la travesura no les pudo salir mejor, y los que de plano no entienden nada, que son la mayoría.

Hasta ahora, los cercanos al mandatario siguen investigando el origen de las actas de nacimiento emitidas hace dos semanas por el Registro Civil y cuya autenticidad ha sido confirmada por el silencio oficial; la indagatoria sobre nepotismo les importa muy poco, porque no hay nada que investigar, los datos son contundentes; además, ninguno de los involucrados tendría una sanción penal sino sólo administrativa, en este caso, el despido.

Incluso, hay versiones verdaderamente inverosímiles que ubican al Subsecretario en algún cargo del gobierno federal o de plano en alguna representación diplomática en el extranjero.

Ni a nivel federal ni en el estado, el nepotismo está tipificado como delito, ni siquiera como una responsabilidad de los servidores públicos, pero al parecer nadie les ha pasado el tip, por ello el gobernador habla aplicar sanciones donde no las hay. Lo que sí hay es una iniciativa de Morena en el Congreso federal que duerme el sueño de los justos porque nadie quiere pegarse un tiro en el pie. La nueva familia feliz puede estar tranquila.

Lo sospechan pero no lo han podido comprobar. En efecto, las actas de nacimiento salieron del propio gabinete, como venganza en contra del poderoso “primo incómodo” quien ha empezado a cerrar la llave de los recursos a algunos funcionarios engolosinados con los reflectores y entusiastas aspirantes a suceder al Gobernador, ya sea en dos o en seis años.

No ha caído bien que algunos de ellos opaquen al mandatario aprovechando el presupuesto de sus Secretarías; que contrario a la política del gobierno, destinen muchos dinero a su promoción personal y a alimentar medios de comunicación que sirven para golpear al gobierno –menos a ellos-, bajo el coartada de que lo hacen porque no han recibido publicidad.

Por supuesto, tampoco descartan la posibilidad de que la filtración haya venido desde la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, lo que explicaría el mensaje absurdo y desesperado publicado desde la cuenta de Facebook Cuitláhuac Gobernador 2018 –donde este miércoles se informó de la actividad pública del mandatario en compañía de los diputados locales-, acusando de nepotismo a todo aquél que se apellide Yunes.

En este tema, ¿quién aconseja al Gobernador meter la cabeza en un hormiguero?

En todos los casos, se trata de personajes que tuvieron que pasar por el tamiz electoral; la autoridad aprobó sus candidaturas en aquél momento. Algunos lograron ganar y otros no. Hasta ahora, al menos en el caso de Pepe, Héctor y Andrea no había ningún conflicto con el gobernador, hasta que algún asno con iniciativa le calentó la cabeza.

Alguien tendría que empezar por explicarle al Gobernador qué es el nepotismo, cuándo se acredita y cuál es la sanción administrativa. En ningún caso de los referidos en la cuenta de Facebook se trató de cargos públicos donde uno estuviera bajo la autoridad del otro, como sí es el caso del mandatario, su primo y sus sobrinos.

En todo caso, se trataba de fortalecer una dinastía política que la gente rechazó con su voto. A muchos veracruzanos no les pareció que el gobernador Yunes Linares impulsara a su hijo para sucederlo y lo expresó en las urnas; si Cuitláhuac cree que el nepotismo que no existió en el pasado servirá para tapar el que sí se ha cometido en el presente, entonces no ha acabado de entender el embrollo político y de imagen pública en el que está metido.

Los genios de la comunicación política gubernamental no se han dado cuenta que el nepotismo de Cuitláhuac ha sido más dañino que la corrupción que ha generado ese vínculo familiar. Si el primo fuera director jurídico de la Sedema, por ejemplo, no pasaría de una anécdota sin importancia.

El escándalo radica precisamente en el enorme poder delegado a Eleazar Guerrero (ni Duarte lo tuvo cuando Fidel Herrera), en los millonarios negocios que se están haciendo a los ojos de todo el mundo y en el estorbo que representa a los intereses de muchos integrantes del gabinete.

Lo que los jilgueros morenistas han pasado por alto es que esa campaña ha sido orquestada desde su propio gobierno. Cosas de la inocencia y de la maldad.

Las del estribo…

  1. El comal no está para bollos. Cuando se esperaba que la sesión de este jueves en el Congreso sería de pronóstico reservado, resulta que dejaron fuera del orden del día los temas de matrimonio igualitario y la desaparición de poderes en Mixtla de Altamirano. Nomás no hay forma de que les alcancen los votos.
  2. En el caso de Mixtla, las autoridades están más ocupadas en imponer a una nueva autoridad que en investigar el asesinato. Las semanas corren y la Fiscalía hace el juego a quienes quieren otorgar un manto de protección a los principales sospechosos. La justicia no llegará no por la Fiscalía ni por el gobierno estatal.