Cumpliendo con su papel de ser tapaderas de la corrupción, la contraloría del Estado ha cumplido con su papel con el jefe, con quien le paga que es el Gobernador del Estado, al deslindarlo de un supuesto parentesco entre él (Cuitláhuac) y su primo Eleazar Guerrero, Subsecretario de SEFIPLAN. La contralora del Estado, Leslie Garibo Puga afirmando, salió al quite y tras una acuciosa investigación del árbol genealógico del gobernante, afirma tajante que no hay relación familiar entre Cuitláhuac García Jiménez, gobernador, y Eleazar Guerrero Pérez, subsecretario de la SEFIPLAN. Me cae, “no existe parentesco” afirmó puntual la sexi-peinada funcionaria y por lo tanto no hay nepotismo. Ya se hicieron las investigaciones y ese es el resultado”. La ley es clara, precisó Garibo Puga, “tiene que ser parentesco directo en línea recta… de padre, madre” los demás ya no entran en lo que señala la legislación. Por lo tanto, bajo los lineamientos de “no mentir, no robar, no traicionar, es como se está llevando a cabo todo este proceso y el primero es Eleazar Guerrero y no existe parentesco entre uno y otro”. La conclusión de la Contralora no tiene vuelta de hoja: no son parientes. Sin embargo, no se ha desmentido la versión de la “prensa Fifí” que Eleazar Guerrero Pérez, es hijo de Julio Guerrero Durán primo hermano de Atanasio García Durán, quien a su vez es padre de Cuitláhuac García Jiménez. Es decir, sí es consanguíneo, “primo segundo”, pues es hijo de un primo hermano de su padre. Pero, de acuerdo con las investigaciones de la Contralora, no hay nada de eso, pues ella afirma que ni parientes son, porque si no lo dice así, adios chamba. Para lo que sirven esas contralorías absurdas que tanto dinero le cuestan a los ciudadanos.