Pablo Olivares, investigador del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Ryerson, con sede en Toronto, Canadá, dio a conocer que los países latinoamericanos son los que más sufren los embates del cambio climático, razón por la cual desarrolla un programa de finanzas matemáticas para mitigar el impacto de todos estos fenómenos.
Durante su intervención en el IX Foro Internacional de Estadística Aplicada, efectuado del 20 al 24 de mayo, impartió la charla “La gestión de riesgo frente al cambio climático”, en donde resaltó la efectividad de los métodos estadísticos y la probabilidad en la modelación y estimación de ciertos parámetros.
Al reiterar que los países latinoamericanos sufren más las consecuencias del cambio climático en comparación con las grandes potencias o principales economías del mundo, subrayó que las naciones no están preparadas para enfrentar los embates ocasionados por este fenómeno que acarrea costos millonarios.
El estudioso de los mercados financieros, originario de Cuba, habló sobre la investigación que desarrolla con el propósito de unir dos mundos que hasta el momento han estado separados: el medio ambiente y las finanzas.
Todo lo anterior relacionado con el impacto del cambio climático en la economía de un país y de las personas.
Al respecto, Olivares dijo que las personas piensan a corto plazo al considerar que si implementan medidas contra esto afectarán su economía. “Pero si ahora no tomamos medidas se prevé un futuro con fenómenos más extremos”.
Por ello se enfoca en la posibilidad de diseñar ciertos contratos que ayuden de manera monetaria a las personas y empresas dedicadas a actividades agrícolas, turísticas, de aviación y construcción, por citar algunos rubros.
En este sentido, señaló que emplean herramientas matemáticas para calcular el costo del contrato relacionado con variables climatológicas como precipitaciones, temperatura o vientos.
“Se tienen que buscar buenos modelos matemáticos para describir cómo la temperatura o las precipitaciones cambian.”
Posteriormente, con un pronóstico de esos valores climatológicos, se espera dar una valoración de esos contratos, determinar cuál es el precio justo que debe pagarse para ayudar a las personas, empresas y gobiernos municipales.
“Esto es algo diferente a los seguros porque no están orientados a las grandes catástrofes, sino para una mala temporada; desde el punto de vista matemático lo que nos compete a nosotros es estudiar el precio que podrían tener esos contratos.”
El especialista confió en que esto resulte favorable para contrarrestar las afectaciones del cambio climático, y sea un estímulo para la introducción de nuevas tecnologías.