Roberto Ramos Alor, caricaturiza la imagen del gobierno del estado, ofendiendo al pueblo de Veracruz. Figura ridícula, que pretende interpretar, en el teatro de la escena política de la entidad, a un secretario de salud, satirizando la parodia del Estado. Envuelto en larga bata, que la colectividad ha descrito como la imagen de un tablajero, es, el hazmerreír o el hazmellorar de los trabajadores del sector salud y de quienes no lo son. Ajeno al conocimiento de la administración en la Salud Pública, recorre en festivo desplazamiento, algunos hospitales de la entidad, en acto protagónico, en actitud de benevolencia, se instala a dar consulta médica, en una noche sombría, en que los desamparados, padecen, precisamente, las ominosas consecuencias del desconocimiento de lo que es gobernar y la administración de la salud pública. Quien debería estar velando por la seguridad de la atención para la salud de más de ocho millones de veracruzanos, exhibe así, con estos hechos de confesión, el efecto de la ignorancia. El pueblo que le  padece, se debate entre las carencias de infraestructura e insumos, pero más grave aún, por la carencia de capacidad e ignorancia de lo que es la Salud Pública. Esta cortedad cognitiva de a quien se le ha nombrado al frente de la administración, para atender la salud de los veracruzanos, denota que no puede, que no sabe, que miente porque es corrupto, al autorizar en precipitada y convenenciera actitud, la adquisición de medicamentos a una empresa que dice no conocer. Responsabilidad que pretende evadir.

En degradante escena, ante la pregunta sobre la compra de estos medicamentos para el sector salud, que tiene tufo de corrupción, una mujer reportera ha sido ominosamente insultada por Roberto Ramos Alor, con la grotesca respuesta de “ningún chile les embona”. De paso, exaltado, insultó a periodistas ahí presentes en conferencia, en un recinto gubernamental, precisamente,  como fineza que obsequia, a los medios de comunicación, por el día de la Libertad de Expresión. Una patética emulación al ex presidente Enrique Peña Nieto, a quien tanto señalan de neoliberal y corrupto.

Toda comunidad humana, debe de estar sujeta por su propia conservación, a refrenar las tendencias agresivas, sexuales o anárquicas de individuos insolentes a través de las leyes de esas comunidades. Ante la violencia verbal, de vulgar contenido sexual, con palabras obscenas que profirió Roberto Ramos Alor a la periodista, ¿ya está actuando la Fiscalía Especial para los delitos de Violencia contra las Mujeres, entre otros organismos públicos y civiles de protección contra la violencia de género?, ¿ya tomó nota para proceder la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Los Periodistas, del hecho?, ¿los organismos obligados Contra la Violencia de Género, ya comunicaron los hechos que constan en videograbación y con suficientes testigos presenciales, a la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres, de la Fiscalía General de la República?, ¿ ya está actuando la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que abarca estos conceptos y mucho más, y de la cual se encuentra al frente la señora Namiko Matzumoto? O,  ¿serán omisos ante lo ominoso del hecho?

Lo menos que debe de hacer Roberto Ramos Alor, si es que es honesto, que no lo es desde luego, es renunciar de inmediato a la responsabilidad que a través del ejecutivo del estado, le otorgan, como Secretario de Salud, ante la presión ejercida de la señora Nahle, aunque él no quería, según refiere, y ponerse a disposición de las autoridades de impartición de justicia correspondientes, para ser congruente con la política de honestidad y NO corrupción del Presidente de la República,  Andrés Manuel López Obrador.

Hay indignación en los trabajadores de SESVER, pérdida de la moral, devastadora condición, por la imposición absurda de directivos de cortas entendederas. Si como declaró Ramos Alor, él no buscó estar al frente de los Servicios de Salud de Veracruz, que lo pusieron, entonces, vuelve a reconocer de facto, que no sirve para estar al frente de éste cargo. La señora Rocío Nahle García, debe de evitar imponer riesgos mayores a los veracruzanos.

En esto cabe la reflexión; los catorce sindicatos que dicen representar a los trabajadores de los Servicios de Salud de Veracruz, ¿cuándo van a actuar, con determinación, con fuerza, con indignación, ante el oprobio, la deshonra a que han sido sometido el valioso y comprometido personal de SESVER?

¿Cuánta verdad soporta, y de cuánta verdad es capaz un espíritu? El error, no es ceguera, el error es cobardía, escribió Nietzsche.

“Muchos de los mayores crímenes de la historia tuvieron su origen, más que en el odio, en la indiferencia. Sus responsable fueron personas que podrían haber hecho algo, pero no se molestaron en levantar un dedo”, escribió recientemente en un extenso artículo, el profesor de la Universidad Hebrea, historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari.

Así están los representantes sindicales, no levantan un dedo, tal parece que ni se inmutan, son tramitologos,  que carecen del valor o al menos no lo demuestran, para defender los derechos y la dignidad de los trabajadores de la Secretaría de Salud de Veracruz.

 

Sintácticas

La medida más segura de toda fuerza es la resistencia.

La moral que forjamos se debilita ante las blasfemias de un degenerado.

Precisamente, las circunstancias hay que enfrentarlas con tesón.

En una sociedad en donde se degenera la palabra, se extravía, en flagrante y grosera reputación.

Silencio…los gatos maúllan.

 

Seeli Toivio, chelo. Kalle Toivio, pianista. Franz Liszt. Liebestraum:

https://www.youtube.com/watch?v=eW_MAQj0aIA

 

de  utilizando el infortunio de quien ha sufrido una desgracia