La presencia de una joven alterada en el centro de Xalapa puso en evidencia la falta de protocolos de las autoridades estatales, municipales y hasta bancarias para atender casos como este.

 

Cerca de las 9 de la mañana, la mujer llegó a un restaurante del centro de la ciudad al que irrumpió y comenzó a gritar frases de manera incoherente, momentos más tarde salió por su propio y llegó hasta la Catedral Metropolitana, en donde se despojó de sus prendas de vestir.

 

Ante la mirada atónita de los presentes, incluyendo personal de Política Regional del Gobierno del estado, la joven no fue atendida de manera inmediata pese a su alterado estado emocional.

 

Por varios minutos deambuló por el centro de la ciudad sin que autoridad alguna acudiera a ayudarla. Incluso la directora de Cultura de Paz y Derechos Humanos, Mayra Ledesma Arronte, que llegó para brindar apoyo no sabía cómo actuar y pasaron más de dos horas antes de que llegara una ambulancia para atenderla.

 

Momentos antes, personal de Tránsito del Estado ordenó que el automóvil de la joven estacionado en frente al parque Juárez, fuera llevado con grúa al corralón, lo que por varios minutos fue impedido por la mujer que aunque no se comportó con violencia, su estado hacía casi imposible sostener una conversación con ella.

 

Casi una hora después de iniciado este episodio los xalapeños que pasaron por el centro observaron como la mujer paseó de un lado a otro, hasta que personal de Gobierno del estado envió a un médico que intentó valorarla sin mucho éxito.

 

Después llegó una persona que se identificó como su familiar y ambas fueron llevadas en ambulancia para que la joven recibiera una valoración médica y psicológica.

AVC/Perla Sandoval