En la entrega de ayer confirmamos que será en el mes de junio, posiblemente a partir de la próxima semana, cuando se den los primeros movimientos en el gabinete de Cuitláhuac García. Y aunque cada caso es distinto –por razones de desempeño, eficacia, acuerdos políticos, y hasta consecuencia de los ajustes a nivel federal-, hay algunos en los que la razón principal sería la lucha por los contratos.
También decíamos de la buena imagen y la discreción con que se mueve el secretario de Finanzas José Luis Lima Franco, formado en el corazón del morenismo federal. Sin embargo, de poco le ha servido para detener la guerra intestina al interior de Sefiplan por el asunto de los dineros y los contratos.
Este lunes, por distintos medios, corrió la versión del eventual cese del subsecretario de Egresos, Pavel Pazos Rincón, uno de los hombres fuertes del Secretario. La razón sería su participación en la compra de alimentos -a través del DIF Estatal- para niños veracruzanos en pobreza.
Según la información filtrada desde la artillería de la propia Sefiplan, Pazos Rincón estaría empeñado en favorecer a una empresa en la compra de desayunos escolares para millones de estudiantes, los cuáles hasta la fecha no se han distribuido. Incluso, lo acusaron de amenazar a los funcionarios del DIF que si no aceptaban la participación de la empresa Serel, la convocatoria sería declarada “desierta”.
Lo que no se dice en las notas que anuncian el despido del funcionario es que en el DIF trabaja –y decide- la hija de otro poderoso Subsecretario de Finanzas: Eleazar Guerrero. En detrimento de los niños que no reciben sus alimentos, veremos la fuerza entre uno y otro grupo que se disputan el control del presupuesto y el gasto, a través de procesos de licitación muy poco transparentes.
Pero ellos no son los únicos que podrían estar postrados en la guillotina. En el recuento de sus logros, más que de sus vínculos, la mayoría de los miembros del gabinete –legal y ampliado- no salen muy bien librados.
Otro en la lista es Elio Hernández Gutiérrez, titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) sobre quien pesan también señalamientos de solicitar moches a los constructores, así fuera a través de su secretario particular, quien también lleva porcentaje por su trabajo. Incluso, algunos de sus cercanos han confirmado que el Secretario es un hábil “gamer” que disfruta de los videojuegos en horas de oficina. Hasta ahora, no hay obra pública relevante que mencionar.
La Secretaría de Salud es un caso emblemático. Como si la bata hiciera al monje, el Secretario Roberto Ramos Alor ha vivido bajo la tormenta, lo mismo por acusaciones de nepotismo que por el deplorable estado en que se encuentra el sistema de salud en el estado, de lo que no tiene la culpa pero tampoco la solución. Sin ser responsable directo, los casos de las compras de medicinas y ambulancias le han estallado en las manos. El propio Eric Cisneros dijo que es uno de los investigados.
De Guillermo Fernández Sánchez (Sedesol) se sabe tan poco que seis meses después, ni su curriculum aparece en el sitio web de la dependencia. Como muchos de sus compañeros de gabinete, se ha dado a conocer más por casos de nepotismo: su hijo Luis Guillermo Fernández fue incrustado en la Dirección de Aeronáutica Civil, dependiente del Gobernador del Estado. Además, ha protegido a Rolando Ramírez Sánchez, Subsecretario de Desarrollo Regional, quien fue acusado de fraude y suspendido como militante de Morena.
Xóchitl Arbesú es todo un caso. Sin la menor experiencia en el tema de turismo, la nueva Secretaria del ramo ha ocupado la dependencia como pista de aterrizaje para hijos de políticos de Morena. Hace algunos meses viajó con todo y familia a España a la Feria Mundial de Turismo, sin más oferta que bailar con un vaso con agua en la cabeza. Carnaval, Cumbre Tajín y Semana Santa pasaron sin promoción, por lo que se tuvieron que inflar las cifras de la ocupación hotelera.
La Contralora General del Estado, Leslie Mónica Garibo Puga ha tenido una ingrata misión: tratar de echar arena a los escándalos de presunta corrupción y nepotismo. Del caso de las patrullas de policía, de los medicamentos en salud –y seguramente ahora de las ambulancias-, anunció que se iniciarían investigaciones, cuando es su responsabilidad el cuidado previo de los procesos de adquisición. Del nepotismo concluyó, increíblemente, que en su mayoría sólo se trataba de homónimos.
El último en la lista sería el Coordinador General de Comunicación Social, Iván Joseph Luna Landa. Tal vez hay más responsabilidad de quien lo nombró que de él mismo. Sin experiencia en los medios y la comunicación, no ha logrado construir una narrativa que salve al gobierno estatal de sus yerros. La información es escasa, sin criterio, y muchas veces mete en problemas al propio gobierno, como fue el caso de la compra/renta de las patrullas. El escándalo se originó del boletín oficial.
Por supuesto que la mayoría permanecerá en sus cargos. Tienen la confianza y el apoyo a pesar de sus resultados. Acaso, sólo el Secretario de Gobierno sabe en este momento quienes deben empacar sus cosas.
Las del estribo…
1. Hace unos días, el Presidente confesó que durante la crisis del combate al huachicol, el país se quedó con reservas de gasolina sólo para una semana, lo que habría paralizado completamente cualquier actividad pública, social o comercial. Hoy la crisis de los hospitales lo ha obligado a devolverles el dinero y ha dicho que podría comprar las medicinas en el extranjero por el conflicto que mantiene con las farmacéuticas nacionales. Hay personas que están muriendo por falta de medicinas y servicios en los hospitales. ¿Qué se está ocultando en esta nueva crisis?
2. Crecen los asaltos al interior de los centros comerciales, sin que las autoridades de la plaza ni de la policía hagan algo para prevenirlo. La forma en que ocurren revela complicidad; las tiendas no quieren mala propaganda y por eso se niegan a colaborar; para la fiscalía es una monserga ocuparse de ello; lo cierto es que todos los días y a cualquier hora, en medio de los pasillos de las tiendas, suceden estos robos.