La señora Angélica Ivonne Cisneros Luján, responsable de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, miente al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Acostumbrada como está, maquilla cifras de abstracta estadística, porque carece de la capacidad cognitiva, del conocimiento de la función y administración pública, arrastrando y exponiendo en ello, a la Subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud Nacional, Asa Ebba Christina Laurell. La señora Cisneros Luján ha inducido la firma de un documento triunfalista que está fuera de toda realidad, en donde es partícipe Roberto Ramos Alor, y la Encargada de Despacho de la Dirección General del Régimen Veracruzano de Protección Social en Salud.
La sumisión a las normas tradicionales y políticas amañadas, dañan la dignidad del individuo y la sociedad, sometiendo a la comunidad, por lo que se debe de oponerse a ellas, enérgicamente, por sus causas nocivas, que van contra los principios fundamentales, afectando el Derecho Humano, en este caso el Derecho a la Salud.
Lo que se ha signado, en acto ominoso, es el documento DOF: 10/04/2019, Anexo II, Metas de Afiliación 2019 del Acuerdo de Coordinación para la Ejecución del Sistema de Protección Social en Salud, Correspondiente al Estado de Veracruz. Conforme, dice el aluvión; a lo dispuesto en las cláusulas Sexta y Décima Segunda del Acuerdo de Coordinación, suscrito el 19 de marzo de 2015, que ratifican en la Ciudad de México, el 7 de febrero de 2019, la Secretaria de Salud Nacional: la Comisionada Nacional de Protección Social en Salud y el representante del Ejecutivo del Estado de Veracruz: el Secretario de Salud y Director General de Servicios de Salud de Veracruz. La Encargada de Despacho de la Dirección General del Régimen Veracruzano de Protección Social en Salud. Que tiene como objetivo, la consolidación de la Cobertura de Afiliación de 4,050,186 registros, para el ejercicio fiscal 2019, esto con fundamento en los artículos 77 bis 6 de la Ley General de Salud y 67 del Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Protección Social en Salud, en donde se establecen los Indicadores de Seguimiento al Desempeño en materia de afiliación y operación.
En ello se establece, que en estos Indicadores para la Afiliación se sentarán las Metas para la Gestión de Transferencia de Recursos de forma mensual, aplicando la prelación para la población vulnerable; como son menores de 5 años, mujeres embarazadas y adultos mayores. En este apartado faltó considerar como vulnerable a los enfermos crónicos que debido a las precarias políticas de prevención de la salud, deterioran constantemente a la población, lo cual, coloca en alto riesgo al total de ésta.
Es de señalar, que este documento carece del ejercicio del sentido humano, que considera a las personas como un producto estadístico más, lo que deshumaniza en sí, la atención a la salud, pero sobretodo, la prevención como Derecho Humano, lo que de origen niega el derecho mismo de preservar la salud para proteger la vida.
En lo general, el documento que establece metas e indicadores, pareciera de buenas intenciones; pero estas se observan poco realistas, que no remontarán las intenciones, por carecer de mayor profundidad y de ser una superficialidad que pareciera emergida del simplismo de los primeros años del neoliberalismo en nuestro país, envuelto en un modelo de cultura y pensamiento con desfavorables resultados sociales para la prevención y atención de la salud.
No se trata de un documento visionario con acciones de fondo, ya que carece de lo fundamental: modificar la Ley Federal del Trabajo, Capitulo XVI, Artículo 353, apartados A,B,C,D,F,G,H,I, que establece ambiguamente a los médicos residentes como trabajadores y estudiantes con limitados derechos, y esclavizantes obligaciones, que colocan en alto riesgo a la población, siendo estos, junto con internos y pasantes del área médica, la fuerza laboral principal de los Servicios de Salud en México y responsables de por lo menos el 40% de los servicios de la atención médica en el país, de lo que Veracruz no está exento, lo que, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), conduce a una permanente recurrencia de errores en la prevención y atención a la salud, colocando a la población en riesgo de iatrogenias médicas; es decir; en daño físico o mental por la atención que presta el personal médico en formación a la población que asiste a los servicios, dejando constancia de hechos, los minuciosos informes y recomendaciones de las comisiones de Derechos Humanos en el país, desde hace más de 20 años.
La eficacia y eficiencia de la práctica profesional, para la atención médica, con personal de salud en formación, requiere ejercerse con conocimientos teóricos sólidos, acompañamiento y, actualización permanente del desarrollo de habilidades y aptitudes, así como de un alto grado de sentido humano que contribuyan a elevar la calidad de la atención que se brinda. Para alcanzar éste propósito, se debe de invertir en la formación académica y desarrollo profesional del personal de salud en formación, con la correcta vinculación entre capacitación y práctica clínica asistida, acompañamiento de personal médico profesional universitario, durante la inmersión en el desarrollo de la práctica o capacitación en los campos clínicos. Este proceso, corresponde a la educación superior, es decir, a las Universidades, que han abandonado a los estudiantes en práctica, a los intereses presupuestales del gobierno federal y de los estados, utilizándoles como fuerza laboral, pretextando que ello, se encuentra estipulado en la Ley Federal de Trabajo, realizada a modo en sus apartados, lo que vulnera el derecho a la salud de la población y el derecho a la educación de los estudiantes de medicina, propiciando alto riesgo de cometer errores, que colocan en inseguridad la salud y la vida de los pacientes, así como el estatus jurídico del médico interno, médico pasante en servicio social y residentes, que más de las veces, se silencia ante la complicidad de una equivocada ética médica.
Un alto porcentaje de las personas en México y, por lo tanto en Veracruz, es consultada en los mal llamados centros de salud, ya que estos concentran para la atención a un alto porcentaje de personas enfermas y no a las saludables, así como los hospitales atendidos por estudiantes. Irregularidad amparada en la Ley Federal del Trabajo y en la normatividad de las entidades, abandonándoles a los estudiantes, las universidades, dejando bajo el control y asignación de actividades laborales a las instituciones de salud; entre las que se encuentran: la Secretaria de Salud, IMSS, ISSSTE, Pemex, campos clínicos universitarios, entre otras dependencias.
Con esto observamos que la atención a la enfermedad, que es nuestra cultura, porque no existe eficiencia en la prevención de la enfermedad, coloca en alto riesgo a la población que acude a las instituciones públicas para tratar y preservar su salud, en los centros de enfermedad, equivocadamente llamados centros de salud. Los hospitales, son poco hospitalarios cuando las personas tienen la necesidad de acudir a estos, ya que se carece de los insumos mínimos necesarios y de una infraestructura adecuada, lo que coloca en jaque al personal médico y al paciente.
Es urgente la conveniencia de reflexionar sobre la propuesta de una cubertura universal de los servicios de salud para afiliar a 4,050,186 registros, sólo para credencializar, contar con estadísticas abstractas y, atender en el caso de Veracruz, a más de ocho millones de habitantes, que en una alta proporción, depositarán el control y prevención de los padecimientos en estudiantes, que se desempeñan como médicos en formación, incluso, siendo que los datos indican que la población en Veracruz, es atendida y será atendida por personal médico en formación que carece de la conclusión de los estudios respectivos y de titulación. ¿Con qué infraestructura se atenderá este registro de afiliación? Cuando el Secretario y Director General de los Servicios de Salud en Veracruz, Roberto Ramos Alor, declaró a los medios de comunicación, el 17 de abril del 2019: “Heredamos 200 hospitales en obra negra” (Veracruz NO cuenta con 200 hospitales), agregando: “la Secretaria de Salud fue una de las más saqueadas por un modelo neoliberal depredador”.
Reconociendo así que la infraestructura hospitalaria y “centros de salud” (centros de enfermedad), en la entidad, no tienen la capacidad de soportar un embate de este calado, lo que deteriora aún más y pone en alto riesgo a los veracruzanos. En tanto las universidades no han sido convocadas a atender la deficiencia del abandono de los estudiantes en formación médica, en donde tampoco se observa la participación e intervención de la Secretaria de Educación Pública, la Secretaria de Hacienda Federal, para considerar la atención profesional de calidad.
Los encargados de atender esta necesidad en la Universidad Veracruzana, y en las universidades privadas, estos campos de formación médica, han soslayado la importancia de que los estudiantes médicos internos, pasantes estudiantes en servicio social y residentes estudiantes de las distintas especialidades, sean acompañados y conducidos en su aprendizaje, por personal universitario adscrito a los campos clínicos de formación, careciendo de programas o estrategias que vigilen y cuiden el desarrollo de quienes serán los profesionales de la salud, vulnerando precisamente, el derecho a la salud de la población. Por eso, en ello, la importancia de ordenar desde su origen, en la Ley Federal del Trabajo, reconociendo, que se trata de ambigüedad, como estudiante o trabajador al médico en formación, que se encargaran de la anunciada pretensión de la universalización de los servicios de salud, cuando de origen se encuentra equivocada.
El Presidente de la República ha otorgado la propuesta para que la población toda, tenga el humano derecho de la prevención y atención de las enfermedades, para preservar la salud, que significa la vida misma de los seres humanos, y ha hecho bien en manifestar: “No vamos a seguir esa agenda de las llamadas reformas estructurales. Vamos a tener nuestra propia agenda de desarrollo a partir de nuestra realidad”. Pero hace falta que se atienda lo esencial: separar la educación de la atención médica de lo laboral, una cosa es formar médicos y otra atender las necesidades de cobertura para la atención de la salud del pueblo, profesionalmente, con ética y humanismo. Naturalmente, ello conlleva completar plantillas de personal y ofrecerles condiciones laborales dignas, lo que requiere de la atención urgente del legislativo, la Secretaria de Hacienda y desde luego de la Secretaria de Educación.
Miente quien firme indebidamente documentos o diga que se da atención de calidad en la salud en Veracruz, cuando se tiene una infraestructura deplorable, condiciones laborales y salarios miserables en el personal todo; médicos, enfermeras, químicos, nutriólogos, odontólogos, fumigadores, biólogos, entre muchos otros trabajadores de la salud. Se tiene personal de salud de alta calidad, atendido miserablemente, acompañados de discursos que denotan el desconocimiento de la función y necesidades de la Salud Pública.
Sintácticas
De los Monólogos y Diálogos de Froylán Flores Cancela:
Político: persona más o menos presuntuosa que a menudo cree que quien lo escucha le cree.
Ver la política como ciencia no es motivo para que algunos políticos se vean a sí mismos científicos, cultos….
Aspirante a un cargo público: un optimista que ignora el lado contrario de las cosas.
Los políticos generalmente no tienen amigos. Tienen conocidos que pasan por amigos.
Por quién sabe qué artes, el voto secreto es a veces secreto a voces.
La suposición resulta ser la madre de muchos engaños.
Mientras más sepamos unos de otros, el enredo será mayor.
Tras las elecciones se irán produciendo, gota a gota, las decepciones, las deserciones y las traiciones.
Los aplausos unánimes lo único que consiguen es despertar más dudas.
Cuando termina un sexenio no falta quienes crean que cuanto termina es un milenio.
La cenerentola. Gioachino Rossini. Teatro La Fenice: