¿Qué estarán viendo los inversionistas que no quieren traer su dinero a México? ¿Por qué en los negocios seguros, el Presidente ha escogido a sus amigos para realizar las obras, y en el caso de la Refinería de Dos Bocas, la convocatoria se declaró desierta y será el gobierno federal quien la construya?

 

Vaya usted a saber, lo cierto es que el martes se dio a conocer que el mercado accionario de México registró su décima primera sesión consecutiva a la baja, con lo que hiló su peor racha desde noviembre de 1981, según información de la Bolsa Mexicana de Valores.

 

Una racha que no se vio siquiera en aquel catastrófico 1987 -del 19 de octubre a diciembre de ese año, el índice accionario de la Bolsa Mexicana de Valores tuvo una pérdida real de 13.5%- o durante los días posteriores al error de diciembre de 1994. Y aunque las razones se encuentran más en la disputa comercial México-China, lo cierto es que la caída bursátil podría atorar aún más a la economía mexicana.

 

Este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró desierta la licitación para la construcción de la refinería de Dos Bocas, por lo que ahora la obra será realizada por Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Secretaría de Energía en un plazo de tres años. Dijo que la licitación que se había abierto para la construcción quedó desierta pues «estaban pidiendo mucho, se pasaron de los 8 mil millones de dólares y en el tiempo de construcción», por ello ordenó replantear los alcances del proyecto petrolero.

 

Pemex había seleccionado a las mejores empresas del mundo en construcción de refinerías, aquéllas que demostraron tener experiencia en la ejecución de este tipo de obras. Rocío Nahle y el presidente convocaron  -por medio de invitación restringida – a Consorcio Bechtel-Techint, Consorcio Worley Parsons Jacobs, Technip, así como KBR a participar en la construcción de la séptima refinería de México, que se edificará en el municipio de Paraíso, Tabasco.

 

Pero nadie quiso apostar por la refinería de Dos Bocas, un proyecto cuya precaria viabilidad, podría convertirlo en un barril sin fondo. Los emporios petroleros del mundo desdeñaron la inversión y dejaron el camino abierto al gobierno mexicano para que hiciera la peor de las apuestas.

 

Tras días de rumores al no conocerse avances en la licitación, el presidente reveló que se declaraba desierto el concurso. López Obrador defendió la construcción de la refinería, la primera en cuarenta años, para fortalecer el suministro y avanzar hacia la autosuficiencia de gasolinas en México. La nueva refinería en el suroriental estado de Tabasco se buscará que tenga un costo máximo de 8 mil millones de dólares.

 

Pero, parafraseando al Presidente, los especialistas tienen otras cifras. La construcción de la refinería de Dos Bocas, uno de los proyectos más ambiciosos del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, costará entre 15 mil y 17 mil millones de dólares. Los encargados de realizar el análisis técnico de la obra le entregaron un documento a Rocío Nahle García, secretaria de Energía, en donde le exponen cuatro escenarios, entre los que destaca que el precio de la obra se duplica y que se necesitan más de 6 años y medio para su construcción. Ninguno de ellos fue escuchado.

 

Por su parte, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) realizó un estudio donde concluyó que está construcción es inviable técnica y financieramente. En su informe el IMP declaró que el costo final de la obra será de 14 mil 740 millones de dólares, discrepando de los 8 mil mdd presupuestados por el gobierno.

 

El Instituto plantea sólo dos escenarios posibles: El primero sería llevar a cabo este proyecto con 100% de fondos públicos, no generaría beneficios hasta 20 años después de que se comenzaran las operaciones. Además tendría que trasladarse a Tula, Hidalgo,  porque en Tabasco se tendrían que realizar labores de acondicionamiento del terreno.

 

El segundo escenario sería viable pero limitado, según el IMP, pues se realizaría con un 30% de fondos públicos y 70% de fondos privados. Para esto sería necesario realizar estudios técnicos que avalaran el éxito del proyecto, para poder atraer a los inversores. Esto implicaría que la refinería estuviese lista para 2024, ya que tomaría 1 año de planeación y 4 de construcción, contrario a los 3 que había presupuestado la Secretaría de Energía.

 

Por eso la pregunta es obligada: ¿en verdad Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Energía son capaces de construir la refinería a mitad de precio y en un tiempo récord de tres años? Basta recordar dos cosas: que en México no se construye una refinería desde hace cuatro décadas y que Pemex está tratando de evitar una quiebra a causa de una deuda superior a los 10 mil millones de pesos.

 

Los nuevos fobaproas están a la vista.

Las del estribo…

 

1. Los escándalos de corrupción empiezan a brotar como la pus: compras de patrullas y uniformes, comedores en centros penitenciarios, expedición de licencias, vales de gasolina, talleres de mantenimiento de autos, son algunos de los jugosos negocios que ya están en marcha. Y sólo hablamos de la Secretaría de Seguridad Pública.

2. Es tanta la arrogancia de los secretarios de despacho del gobierno de Cuitláhuac García que prácticamente ninguno de ellos atiende a diputados locales y presidentes municipales; vaya, ni a los de casa. Aunque algunos de ellos tienen una razón de peso: no tienen idea de lo que hacen ahí, por eso gastan buena parte de su tiempo en pensar cómo hacer negocios.