A las 6:35 horas, el vicepresidente de la Asamblea Nacional Venezolana tuiteó que su coche estaba rodeado por policías.
Minutos después, intentaron arrestarlo. Él se negó.
Así que los policías le pusieron una grúa a su auto y se llevaron el vehículo, con el legislador adentro.
«Fuimos sorprendidos por el Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), al negarnos a salir de nuestro vehículo; utilizaron una grúa para trasladarnos de manera forzosa directamente al Helicoide”, publicó Zambrano en su cuenta de Twitter.
Como vicepresidente del Congreso, Zambrano es el número dos de Juan Guaidó en el Congreso opositor.
El pasado martes, la oficialista Asamblea Constituyente le retiró el fuero a Zambrano junto a otros seis legisladores.
Fueron acusados por haber apoyado el líder opositor en la movilización del 30 de abril.
Guaidó calificó la detención de secuestro.
«El régimen secuestró al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento)”, dijo Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino del país chavista el pasado 23 de enero.
Por su parte, la organización de derechos humanos Provea también denunció el arresto.
«Condenamos la detención del diputado Édgar Zambrano. Persecución a diputados y diputadas de la Asamblea Nacional aumenta la conflictividad”, indicó el organismo.
Además, un total de 56 militares fueron expulsados de sus cargos luego de la movilización de abril.
“NO LE TEMO A MADURO”
«El único diálogo, escúchenlo bien, el único diálogo posible es para que Nicolás Maduro se termine de ir, y que cese la usurpación. No tenemos nada más que hablar con ese señor, que le ha hecho mucho daño a Venezuela”, aseguró el diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela, Richard Blanco.
En entrevista vía telefónica con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, insistió: “no tengo nada que hablar con gente que tiene 20 años destruyendo el aparato productivo venezolano y la salud del pueblo”.
Excélsior publicó ayer que la oficialista Asamblea Constituyente retiró la inmunidad a Blanco y a otros seis legisladores acusados de rebelión y traición, luego de respaldar el movimiento del líder Juan Guaidó del pasado 30 de abril.
Ante la posibilidad de una eventual orden de detención para ser procesados por traición a la patria, Blanco se dijo tranquilo y afirmó que se mantendrá en su país, sin revelar el lugar en el que se ubica actualmente.
«El gobierno nos imputa casi casi cadena perpetua, por todos los delitos. Ya estoy acostumbrado”, insistió el legislador.
Fuente Excélsior