“En Mina nos agarraron de majes, no hay nada de Guardia Nacional” Poblete
Desde muy temprana edad, en la época de don Rafael Hernández Ochoa, Miguel Ángel Yunes Linares ha ocupado los cargos públicos para enriquecerse, abusar del poder y satisfacer apetitos de todo tipo. Lo último que ha robado es un partido completo, el PRI, al que hundió cuando quiso ser candidato al gobierno del estado en 1998 y fracasó conduciendo como presidente del CDE al más estruendoso fracaso en una elección municipal… pero ahora es suyo.
Su historia de tropelías comienza cuando se desempeñó como subdirector de Patrimonio del Estado, al lado de Francisco López Lara. Yunes Linares, en complicidad con Fernando López Valenzuela “El bala fría”, se apropió de terrenos que estaban abandonados o pertenecían al gobierno, de Veracruz hacia Alvarado, terrenos que hoy son el boulevard de Boca del Río, con plazas comerciales y fraccionamientos de lujo, la zona más cara de todo Veracruz.
Cuando fue Secretario de Gobierno con Patricio Chirinos, Yunes Linares incrementó su riqueza porque el poder lo ejerció él; Chirinos se mantenía alcoholizado y Yunes hizo lo que le vino en gana, entre otras cosas, su especialidad, robar y abusar del poder reprimiendo a quienes se atrevían a denunciarlo o a criticarlo.
En el gobierno federal, cuando trabajó para la Procuraduría General de la República, a cual más sabía de sus nexos con los principales capos de la delincuencia organizada a quienes protegió y hasta ayudó a escapar de penales (El Chapo Guzmán) a cambio de fortunas en dólares.
Siendo director del ISSSTE, Yunes Linares fue acusado de desfalcos multimillonarios que lo obligaron de dejar el cargo. En el ISSSTE, Yunes metió a ganar dinero a empresas propiedad de sus familiares más cercanos y ahora que se desempeñó como gobernador de dos años no tenía que hacer lo contrario, aprovechó la ocasión para desviar miles de millones de pesos en negocios que hoy se descubren como el de las videocámaras y otros que pronto saldrán a relucir en los que están involucrados Manuel Muñoz Gánem y Guillermo Moreno Chazarini, sus pasadores, los únicos hombres de sus confianzas, uno enfermo en Tuxpan y el otro despachando, desde la semana anterior, como vice-alcalde de Boca del Río, con oficina alterna a la presidencia. ¡Cárcel para esta peligrosa banda de rateros!
La última de Yunes fue el robo que hizo, el pasado domingo, de las siglas del PRI estatal en complicidad con arcaicos miembros de la mafia tricolor y de galopinas que se beneficiaron en el fidelato y el duartazgo y que ahora quieren seguir medrando al amparo de las siglas del PRI.
Autobuses Loma de Oro, de AMLO
Doña Tina Valenzuela es una mujer de la tercera edad que a diario viene de por el rumbo de Teocelo, a trabajar como doméstica en una casa en Xalapa. Ella, como muchos otros pasajeros de la línea Loma de Oro, que es una de las dos que dan servicio de transporte público en la región, junto con los Aztecas, ha venido padeciendo los abusos de los choferes que dejaron de respetar el descuento que por acuerdo del gobierno, les hacen a las personas de la tercera edad y a los estudiantes, aprovechando el clima de impunidad y desgobierno que estamos viviendo. Los trabajadores del volante, por sus tompiates, dejaron de respetar el descuento y comenzaron a aplicar la tarifa al cien por ciento parejo pese a las quejas de los usuarios.
Ayer, con motivo del reinicio de las actividades escolares y de un amago que hicieron los estudiantes universitarios de tomar las unidades del transporte que no respeten el descuento y quemarlas, los directivos de todas las líneas camioneras dieron la orden de aplicar el descuento; además, las “autoridades” de transporte público ofrecieron, o más bien, amenazaron a los transportistas con el cuento de que de no respetar el descuento les cancelarían las concesiones (¡puta madre, qué valientes se pusieron los de la cuarta!), total que hubo algunos inspectores que se tomaron la foto o el video para demostrar que andaban chocando y eso fue todo.
Pero resulta que a doña Tina, como a otros muchos pasajeros más, no les hicieron buena la disposición y les aplicaron la tarifa completa en uno de los camiones de la Loma de Oro, y al reclamar el porqué del abuso porque en los Aztecas se estaba aplicando el descuento, el chofer que le tocó respondió: no sé por qué a ellos no les autorizaron cobrar el cien, pero a nosotros “el viejito canoso”, refiriéndose a AMLO, sí nos permitió y ahí está el documento firmado por “cabeza de algodón” (así ofenden al presidente de México) en las oficinas de la línea si quiere checar”.
La verdad qué poca madre de estos abusivos choferes que además se escudan en la figura presidencial para cometer sus latrocinios. Esta línea Loma de Oro debe ser sancionada.
Mario Marín y Yunes Linares
Las detenciones del exgobernador poblano Mario Marín y el empresario José Kamel Nacif son de las muchas cosas que preocupan a Miguel Ángel Yunes Linares.
Estas recientes detenciones tienen que ver con la denuncia que hizo en su libro “Los demonios del Edén” la periodista Lydia Cacho, sobre una banda de pederastas entre quienes se encontraba Yunes Linares, según lo narra y comprueba el libro. Por eso, luego de darse a conocer que un tribunal federal libró orden de aprehensión en contra del exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres; del exjefe de la policía estatal, Hugo Adolfo Karam Beltrán; del exdirector de la policía judicial, Juan Sánchez Moreno, y del empresario José Kamil Nacif Borge, acusados de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, de inmediato se reactivaron las acusaciones que la víctima hizo en contra del exgobernador veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares.
Lydia Cacho fue detenida en 2005 en Cancún, cuando publicó el libro “Los demonios del Edén”, en el que mencionó a muchos prominentes políticos y empresarios de ser parte de una red de pederastia, entre los que figuró en esa ocasión Yunes Linares. Ese año fue detenida y trasladada por carretera a Puebla, donde fue golpeada además de ser víctima de abuso sexual de parte de sus captores. Al año siguiente (2006), en una conferencia de prensa en Cancún, donde radica, Lydia Cacho confirmó que el en aquel entonces secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública, Miguel Ángel Yunes Linares, estaba vinculado con el caso del pedófilo Jean Succar Kuri, porque las víctimas lo señalaron, las niñas lo describieron físicamente y se refirieron a él como un político, amigo de Jean Succar Kuri.
Después de 14 años de esas agresiones en contra de la periodista, escritora y activista, la justicia extendió su brazo y es posible que alcance a muchos de los que participaron al amparo del gobierno, reprimiéndola, por lo que no se descarta que el exgobernador veracruzano en esas investigaciones pudiera tener responsabilidad.
Todavía se recuerda aquella plática que sostuvieron por teléfono Kamel Nacif y el exgobernador de Puebla, cuando el primero al saludarlo le dijo “Mi góber precioso”, adjetivo calificativo que se mantuvo vigente en la “jerga” diaria entre los políticos y los comentarios populares. En esa plática que fue revelada por el periódico La Jornada, se puso de manifiesto el agradecimiento de Kamel a Marín por haber puesto en su lugar a Lydia Cacho, cuando fue detenida.
Reflexión
Ahora resulta que los priistas se volvieron yunistas, menos Héctor y Pepe. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas