Zongolica, Ver.- La gente esperó en la entrada a Zongolica. Las velas y el saumerio en sus manos y las caras de tristeza, hacían inconfundible el pesar que sienten por el crimen que acabó con la vida de tres personas.
El convoy llegó encabezado por la carroza fúnebre que transportaba a quien hasta ayer fue la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Marisela Vallejo Orea. Atrás la que llevaba a Efrén Zopiyactle, seguida de Sabino.
Las personas hicieron filas para pasar sobre los ataúdes el saumerio y el agua bendita para alejar los males, persignar y decir adiós a las tres personas.
Después de los adioses, las camionetas siguieron su camino con cuatro elementos de la policía abriendo el paso y custodiando que nada fuera a pasar.
A su lado la gente, la familia, amigos y conocidos mientras que la población salía de sus casas y al parque para observar. Justo en el parque los destinos de los tres se separaron.
Sabino partió a su localidad y Efrén y Marisela continuaron hasta llegar a la casa donde ella vivió su infancia.
Allí dos coronas de flores (ninguna de Gobierno del Estado) y algunas personas ya esperaban con velas en mano, otras fueron llegando con lo que podían cooperar para el velorio: galletas, azúcar, café, todo era bueno para decir adiós.
“Entre tus manos está mi vida señor”, rezos y otros cantos acompañaban de fondo cuando las personas pasaban un último saumerio y agua bendita.
Ana Alicia Osorio/Avc