La ampliación del puerto de Veracruz es una de las obras importantes del país y por su magnitud requirió de un estudio de impacto ambiental regional, el cual fue evaluado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA).
El proyecto de ampliación se aprobó con la condición de que la Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver) cumpla con una serie de términos y condiciones, por lo que ésta confió en la Universidad Veracruzana (UV) para que acredite el cumplimiento de los mismos, función que ejerció durante los últimos cuatro años.
Entre las condicionantes se encuentra el establecimiento de un programa de monitoreo de la flora y fauna presentes en diferentes formaciones arrecifales coralinas del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV), el cual fue encomendado a esta casa de estudios y se realiza en un polígono de poco más de 65 mil hectáreas ubicadas frente a las costas de los municipios de Veracruz, Boca del Río y Alvarado.
Académicos y un equipo de profesionales, la mayoría biólogos egresados tanto de la UV como de otras instituciones de educación superior previamente entrenados, trabajan con una metodología que permite establecer las condiciones ecológicas, calidad del agua y tasas sedimentarias que rodean las formaciones arrecifales del PNSAV.
José Luis Sánchez Castro, coordinador de proyectos del Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, explicó que la UV –en coordinación con Apiver– trabaja desde 2012 en un muestreo de cinco formaciones arrecifales cercanas al recinto portuario actual; una vez aprobado el proyecto de ampliación del puerto, en 2014, el trabajo de monitoreo se extendió a 25 formaciones arrecifales.
Precisó que el monitoreo constante de la flora y fauna marinas fue una de las condicionantes más fuertes y discutidas para la autorización del proyecto, por lo que la Federación decidió considerar los planteamientos expuestos en las consultas previas que por norma se deben de llevar a cabo en este tipo de proyectos, aceptando que Apiver depositara esta responsabilidad en la UV.
Sánchez Castro señaló que la Universidad “no es juez ni parte”, realiza trabajos que permitan identificar cambios antropogénicos (efectos producidos por las actividades humanas en el medio ambiente) o naturales, para lo cual se trabaja en una línea base para establecer si hay cambios o evolución en los procesos que permiten el establecimiento de los sistemas arrecifales, en este caso del PNSAV.
Refirió que en coordinación con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), se establecieron puntos fijos de monitoreo con el propósito de conocer sus condiciones durante tres épocas del año (en frentes fríos, periodo de secas y periodo de lluvias).
Agregó que la flora y fauna marina de los sistemas arrecifales en el mundo se encuentran en riesgo de sufrir daño, el cual pudiera ser irreparable si no se atacan las causas de origen.
Indicó que el Sistema Arrecifal Veracruzano no está exento de ello; sin embargo, desde los años ochenta sufrió una pérdida importante en la cobertura coralina y desde entonces se ha mantenido cercano en aquellos niveles; en cuanto al proyecto de monitoreo de las 25 formaciones arrecifales, se deberá hacer un mayor esfuerzo de monitoreo para encontrar tendencias significativas.
El Coordinador de Proyectos del área académica universitaria, explicó también que los sistemas arrecifales en el mundo requieren de condiciones un tanto diferentes a los de la región del puerto de Veracruz, requieren de aguas oxigenadas, sin la presencia de terrígenos que impidan la fotosíntesis, dado que los corales que forman arrecifes tienen una simbiosis con las algas, y el PNSAV tiene la influencia de los ríos Papaloapan, Jamapa y La Antigua.
Por último, Sánchez Castro descartó que de inmediato se puedan hacer algunas observaciones para modificar el proyecto de ampliación del puerto, esto dependerá del resultado de los estudios que se continuarán haciendo; mientras tanto, la UV seguirá cumpliendo como acreditado ambiental, verificando el cumplimiento de las condicionantes que exige el resolutivo emitido por Semarnat.
UV/José Luis Couttolenc Soto