El tercer día de actividades del Festival Cumbre Tajín 2019 transcurrió con las sonoridades de las lenguas originarias de América y Europa; el intercambio de saberes medicinales indígenas; los diálogos pausados de las parteras; las reflexiones de los danzantes y los músicos del Totonacapan; el misterio de la Ceremonia Ritual de Voladores, y la música que florece en todos los espacios del Parque Takilhsukut, ubicado en Papantla, Veracruz.
Por la mañana, los danzantes y músicos del Totonacapan se reunieron en la Sala Esperanza García Dionisio durante la tercera sesión de su Conversatorio. En este día, el tema fue la indumentaria y el arte textil indígenas: historia, significado, modificaciones y materiales. A su vez, el Festival Internacional de Literatura en Lenguas Originarias arribó al Auditorio Juan Simbrón para llevar a cabo la tercera y última lectura colectiva —las dos previas fueron en Ciudad de México y Xalapa— con la participación de autores chiapanecos, oaxaqueños, veracruzano y chihuahueños, así como peruanos, colombianos, chilenos, uruguayos y euskadi. En ambos espacios brilló la limpidez contenida en un verso de la poeta oaxaqueña Celerina Sánchez: Traigo conmigo un hilo largo para tejer mi ombligo y no perder mi memoria.
Por su parte, las técnicas de la sanación vinculada a la naturaleza encontraron el tiempo y el espacio para su brillo en dos Encuentros excepcionales. Por la mañana, la reunión de parteras —titulado Natsetne— propició el intercambio de experiencias, remedios, ungüentos y rezos que acompañan el nacimiento en las tradiciones indígenas. A su vez, los integrantes de la Escuela de Medicina Tradicional Indígena recibieron a especialistas de diversas naciones para cotejar sistemas de salud, estatus legal y difusión de las medicinas originarias. Por la tarde, se abordó de manera específica el caso de las prácticas tradicionales para la preservación de la salud en la India.
Así, entre talleres, sanaciones, danzas tradicionales, terapias, actividades de reciclaje, acrobacias rituales, narraciones orales, exposiciones museísticas, funciones de cine y sesiones de realidad virtual, la palabra indígena encuentra su camino en Cumbre Tajín 2019, siempre acompañada por la música espiritual de la Aldea de la Paz, el son cubano del Árbol del Zapote, el rock de Cumbre Niños y la música de viento del Mercado cultural, entre muchos otros géneros que suenan en todos los espacios del Parque Takilhsukut.
Desde las alturas, la flauta y el tambor marcan los tiempos de la Ceremonia Ritual de Voladores, que cada tanto deslumbra a los miles de visitantes en la Plaza del Volador –donde vuelan los adultos— y la Plaza de Danza y Música Tradicional —donde descienden los niños. Así, Cumbre Tajín celebra 20 años volando alto e invita a todos los públicos a sumarse a esta gran celebración que, hasta el domingo 24, ofrece oportunidades únicas para el gozo y el asombro.