México posee barreras naturales, como su complicada orografía; existen zonas donde es más fácil llegar y otras en donde es más complicado. La infraestructura de transporte se desarrolló de manera distinta en el país a través del tiempo, de acuerdo a sus recursos naturales, esto propició un norte del país rico y empobreció al sur, explicó María Eugenia Ibarrarán Viniegra.
La entrevistada es profesora e investigadora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Puebla y miembro del centro de estudios de Pobreza y Exclusión.
Las líneas de investigación en las que trabaja son: la economía ambiental, la economía del cambio climático y la contaminación del aire.
Es coautora del libro Understanding the Mexican Economy: A Social, Cultural, and Political Overview, que aborda los múltiples factores que afectan a la economía mexicana y los explica al lector extranjero.
En entrevista para Universo, dialogó acerca de las causas de las diferencias económicas entre el norte y el sur de México, de la importancia del desarrollo de esta última región, así como de los perjuicios que el comercio y trabajo informales causan a la nación.
Históricamente los estados del norte del país poseen un desarrollo económico mucho mayor que los del sur. ¿De dónde se origina esto?
México posee barreras naturales, como su complicada orografía, que hacen difícil la comunicación con algunas regiones del sur; existen zonas donde es más fácil llegar y otras en donde es más complicado. La infraestructura de transporte se desarrolló de manera distinta en el país a través del tiempo, de acuerdo a sus recursos naturales.
Por la abundancia de metales como la plata, en el bajío y el norte del país prosperó la minería, lo que hizo que la industria ferroviaria –necesaria para transportar los metales– se desarrollara en esas regiones, que hasta la fecha se encuentran mejor comunicadas que el sureste y por lo tanto cuentan con un mayor crecimiento económico.
Esto ha tenido un gran impacto en la educación de la gente que allí habita, así como en las inversiones que el gobierno hace, ya que mientras se fortalece el desarrollo en las regiones del norte, se margina a muchas del sur.
Recientemente el Gobernador de Nuevo León declaró que el sur del país tiene “la bendición de la naturaleza pero la desgracia de la flojera”. ¿Qué opina de estas palabras?
Esta declaración es completamente errónea. La gente no es pobre porque sea floja, sino por la ausencia de condiciones para salir adelante; hay una gran cantidad de circunstancias que hacen que unas personas puedan tener una mayor calidad de vida que otras.
Existen investigaciones que demuestran que en muchos casos los recursos naturales son una maldición para las zonas que los poseen, ya que los países que cuentan con una gran cantidad de éstos usan lo obtenido a partir de ellos en gasto corriente –servicios básicos, prestaciones de seguridad social– y no en inversión, lo que impide su desarrollo y que se conviertan en potencia.
Eso le pasó a México en la década de 1980, y es lo que le ocurre a algunas naciones árabes que tienen una producción importante de petróleo.
En el sur de México hay campesinos que trabajan mucho más tiempo que cualquier persona en una jornada laboral de oficina, y se les paga muy poco por sus productos, lo que propicia que carezcan de las condiciones para salir adelante.
Existen ciudades como Mérida y Cancún que cuentan con un gran desarrollo económico. ¿Qué acciones son necesarias para activar la economía de las demás poblaciones del sur?
Para activar la economía en el sur del país, como en el caso de Cancún y Mérida, es necesario encontrar detonadores que generen actividad económica, que no son los mismos para todas partes, sino específicos en cada región. Cada zona requiere enfocarse en la producción de aquello que pueden comercializar, o en la promoción del servicio que pueden ofrecer.
Es necesario que este desarrollo ocurra a través de microrregiones, ya que no puedes poner un hospital o una escuela en cada comunidad pues muchas son muy pequeñas y cuentan con pocos habitantes. Se debe seleccionar un punto de desarrollo al que acudan los habitantes de localidades vecinas. Este esquema debe ser eficiente, bien pensado e incluir actividades económicas de las que pueda vivir la población.
Para ello se requieren de vías de comunicación para llegar, así como de seguridad para que se dé el desarrollo; la falta de alguno de estos dos factores puede hacer que éste nunca ocurra.
Otro punto a tomar en cuenta es la importancia de la migración. El nivel de escolaridad de los pobladores de Quintana Roo no es el mismo que el de entidades vecinas, y esto se debe a que este estado ha tenido una gran migración interna, ya que el auge de sus centros turísticos atrajo a personas de muchas ciudades con un alto nivel de escolaridad, lo que repercutió positivamente en la región.
Aunque en la actualidad tiene un estigma negativo, la migración no es mala en sí misma, ya que la gente responde a incentivos, y ya sea que tengan o no preparación académica, las personas siempre van a buscar trabajo y seguridad para vivir mejor. Es necesario quitar esa connotación negativa a la migración pues ésta siempre ha existido debido a que los pobladores se mueven adonde existe mayor bienestar y estabilidad.
México es un país con un alto porcentaje de empresas y trabajadores que se desenvuelven en la informalidad. ¿Es esto un factor que impide el desarrollo del país?
Gran parte del capital en México ha sido invertido en empresas informales que no cumplen con las debidas regulaciones para operar, como el estar registradas en el Sistema de Administración Tributaria o dar de alta a sus trabajadores ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Con los pequeños apoyos o préstamos que el gobierno destina a los emprendedores, las personas crean negocios pequeños que generalmente tienen una vida muy corta y no generan recursos, lo que ocasiona que el crecimiento económico del país no ocurra.
El gobierno debe fomentar la formalidad, pero en lugar de ello fomenta la informalidad. Es indispensable que se regularice a las empresas y que los créditos se otorguen a los negocios formales.
Los países con mayor tasa de negocios informales son los más pobres, ya que obtienen poco de recaudación de impuestos, recursos que son necesarios para invertir en proyectos de desarrollo, educación, salud y seguridad.
¿Qué tan importante es la educación financiera para que la población vea las ventajas de abandonar la informalidad?
Que la educación financiera permeé en las personas es algo fundamental, pero para que esto ocurra se debe dejar claro las ventajas de regularizarse y pagar impuestos, ya que la mayoría de la población prefiere beneficios inmediatos y no a largo plazo.
En la actualidad muchas personas que tomaron la decisión de trabajar o emprender bajo la modalidad freelance –de forma independiente-, y al día de hoy lo único con lo que cuentan es con su sueldo del mes, carecen de todo tipo de prestaciones sociales para ellos y sus familiares.
No es lo mismo un despido para alguien que cobra por honorarios, que para alguien que trabaja bajo un contrato. La informalidad es algo que nos afecta a todos, pero muchas veces nosotros la propiciamos.
Con base en las acciones del nuevo gobierno, ¿se puede predecir un futuro a corto y mediano plazo de la economía en México?
Predecir el futuro económico del país es muy difícil pues en ello intervienen múltiples factores, entre los que se encuentra que el gobierno tome decisiones acertadas que beneficien a la nación. En vez de desaparecer todas las instituciones creadas en administraciones anteriores, se debe voltear al pasado, rescatar y fortalecer aquello que se hizo bien.
En el país hay instituciones muy importantes que existen en otras naciones y funcionan muy bien. Más que desechar, el gobierno debe analizar aquello que ha resultado y por qué lo ha hecho.
La cancelación del aeropuerto internacional de la Ciudad México y de las estancias infantiles es un error muy grave del gobierno que, por otra parte, aprobó el tren maya, con lo que demuestra que no hay congruencia en sus políticas, ya que mientras en unos proyectos las comunidades importan, en otros no.
Seis años es poco tiempo para reinventar un país y este tipo de decisiones apresuradas son peligrosas, ya que ahuyentan a la inversión privada que es fundamental para el desarrollo y crecimiento económico.
Carlos Hugo Hermida Rosales / Prensa UV