Boca del Río, Ver.- El presidente nacional de la CMIC, Eduardo Ramírez Leal, dio a conocer que el Gobierno Federal destinará el 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto a la obra pública e infraestructura, lo cual significará una reducción del 0.8 por ciento en comparación con lo que se invirtió en promedio en la administración de Enrique Peña Nieto, que fue del 3.2 por ciento del PIB.
Al participar en el Primer Foro Nacional sobre la Reforma a la Ley de Obras Públicas, cuyos trabajos se desarrollaron en las instalaciones de la CMIC Delegación Veracruz, el empresario manifestó que las inversiones en infraestructura han estado por debajo de las necesidades del país, lo cual provoca un rezago.
Durante una presentación que realizó ante empresarios, diputados federales, alcaldes, funcionarios federales y estatales, el constructor recordó que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de la ONU, responsable de promover el desarrollo económico y social, recomienda destinar el 5 por ciento del PIB de los países a la inversión pública y a infraestructura.
Las inversiones en infraestructura han estado muy por debajo de las necesidades de lo que requiere el país, se va creando cada vez más rezago, tenemos cada vez malas condiciones en nuestras calles, nuestras carreteras, puentes, los puertos necesitan mucho mantenimiento y para eso se requiere mucho recurso y hay que buscarlo a lo mejor a través de la iniciativa privada, subrayó.
En la presentación que ofreció a los asistentes al foro, se destacó que el expresidente Felipe Calderón Hinojosa destinó el 4.7 % del PIB en promedio a la inversión pública e infraestructura, sin embargo, el porcentaje se redujo al 3.2 por ciento en promedio en el sexenio de Enrique Peña Nieto; y la administración de Andrés Manuel López Obrador inicia el sexenio con una disminución del 0.8 % del PIB para dichos rubros, por lo que solo destinará el 2.4 por ciento en este 2019.
Por último, Eduardo Ramírez Leal indicó que la industria de la construcción de México ocupa la posición 49 en el mundo, por las escasas inversiones públicas y la baja competitividad en infraestructura.
José Juan García/AVC