A raíz de la declaración que el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo en su conferencia de prensa el 30 de enero, en la que dijo que “oficialmente ya no hay guerra contra el narco, nosotros queremos la paz”, y luego de su gira, quince días después, por Badiraguato y Tamazula, en Sinaloa y Durango, zona considerada la puerta de entrada del llamado “Triángulo Dorado”, en la que ante miles de habitantes reiteró que no utilizará la fuerza para combatir a los líderes de las bandas del crimen organizado, al argumentar que esa táctica no ha dado resultado en los últimos años, ha comenzado a fortalecerse la versión de que la nueva administración federal de Morena, así como en su momento lo intentaron también otros regímenes del PRI y del PAN, estaría estableciendo acuerdos no escritos con los principales cárteles del narcotráfico con el propósito de disminuir la violencia.
“No vamos a serenar al país, ya está visto, que no se resuelve nada con el uso de la fuerza. No se puede apagar el fuego con el fuego, no se puede enfrentar la violencia con la violencia, no se puede enfrentar el mal con el mal, el mal hay que enfrentarlo haciendo el bien. La paz y la tranquilidad son fruto de la justicia”, remarcó en el terruño de Rafael Caro Quintero, los hermanos Beltrán Leyva y de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El tabasqueño, primer Presidente que visita esta región, afirmó que con empleo y apoyos económicos a sus pobladores esta zona va a tener mejor perspectiva de vida y desincentivar su ingreso a las filas del crimen organizado. López Obrador anunció la construcción de una universidad pública, la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, y la siembra de 50 mil hectáreas de árboles frutales para garantizar 20 mil empleos permanentes.
Coincidentemente, a la semana siguiente de la visita de AMLO, los líderes de algunas organizaciones del narcotráfico respaldaron el discurso presidencial. En Los Mochis y otras ciudades del estado de Sonora, por ejemplo, aparecieron mantas con el siguiente mensaje atribuido al Cártel de Sinaloa: “Apoyamos la política de pacificación del gobierno federal, para regresar a la paz anterior. Se va a limpiar a todos los delincuentes y malandros que se dedican a extorsionar, secuestrar y cobrar piso”. Y días antes, en Jalisco, también fueron colgadas en vehículos transportadores de combustible otras lonas en las que el Cártel Jalisco Nueva Generación anunciaba: “Se termina el huachicol. Apoyamos las medidas del Gobierno Federal. Nosotros, el CJNG nos deslindamos del huachicoleo”.
¿Esta “limpieza” ya habrá llegado a Veracruz? La pregunta se hace por las recientes ejecuciones que coincidentemente se vienen dando en Xalapa y en otras ciudades del estado de algunos secuestradores, robacarros, líderes de mercados coludidos con extorsionadores y, entre otros, de taxistas, como los cinco de Los Caguamos acribillados la semana anterior, quienes –se dice– habrían sido advertidos por uno de estos cárteles que se dedicaran a trabajar, ya no a secuestrar ni a extorsionar.
Surge nuevo cártel
Casualmente, este domingo fueron hallados los cadáveres de dos hombres que fueron decapitados. Los cuerpos aparecieron en el maletero de un coche Chevy color gris, de dos puertas y con número de placas MCH9847, el cual fue abandonado cerca de la gasolinera de Pacho Viejo, sobre la carretera Xalapa-Coatepec.
Dentro de la cajuela, cerca de las cabezas cercenadas, apareció un mensaje en una cartulina verde fosforescente, en la que una supuesta organización criminal nueva, autollamada “Cártel del Siglo”, se adjudicaba el doble homicidio.
En dicho mensaje advierten: “Venimos por todos los rateros y secuestradores chapulines Atte: cártel del siglo”.
Además dieron una lista de 23 nombres y apodos de presuntos delincuentes a los que amenazan con darles muerte.
Los restos de los dos hombres fueron trasladados al Forense en Xalapa, dónde uno de ellos fue reclamado e identificado como Enrique Suárez Landa, de 42 años de edad, quien habría sido privado de la libertad de forma violenta cuando manejaba el coche Chevy, de su propiedad.
De acuerdo con versiones periodísticas, estas víctimas son las mismas dos personas que aparecen en un video que circuló en las redes sociales de Xalapa, en el cual son interrogados y torturados por sus captores.
Tres sentidos decesos
Este sábado hubo dos sentidos fallecimientos: el del editor del semanario “Punto y Aparte” y Premio Nacional de Periodismo, don Froylán Flores Cancela, y el de don Domingo Ortiz, padre del columnista y fundador del portal Versiones.com, José Ortiz Medina.
A sus respectivas familias les expresamos nuestras más sinceras condolencias por tan lamentables pérdidas, así como a la reportera Ivonne Méndez, cuya madre, Doña Licha, falleció este domingo en el CECAN.
Por cierto, un grupo de solidarios compañeros trató de apoyarla económicamente para pagar los 9 mil 500 pesos que le cobraban por el traslado del cuerpo de su progenitora hasta la ciudad de Acayucan, de donde la difunta era originaria.