La edad promedio de cafeticultores es de 58 años, los cafetales están abandonados y mal fertilizados por lo que cualquier plaga les impacta y tendrá un efecto negativo en la producción local.

En este momento la producción nacional es de 3 millones de sacos, la mitad de lo que se generaba hace algunos años; los productores están cansados, por lo que muchos terrenos se encuentran abandonados.

“Al abandonar el cafetal no se fertiliza, no hay renovación, no se combaten las plagas y van en decadencia”, explico Cecilio Alberto Villareal Jurado, asesor técnico de cafeticultores en Alto Lucero.

Explicó que los jóvenes no están interesados en la siembra por el bajo costo del café, prefieren ser taxista o migrar a Estados Unidos.

Consideró que el hecho de que Nestlé busque invertir sería bueno, siempre y cuando pague el precio justo al pequeño productor, de lo contrario, es explotar, seguir con la misma.

“Hay que invertir para mejorar las condiciones de los cafetales, el robusta es para zonas bajas, en zona altas no se puede colocar. Se tendría que eliminar los arboles de sombra, que es el bosque de niebla”, alertó.

Isabel Ortega/AVC