La importancia de realizar un seguimiento farmacoterapéutico oportuno y adecuado en pacientes con daño renal o hepático, radica en ofrecerles una medicación más segura que se traduzca en menos días de hospitalización y costos, estabilidad y una mejor adherencia a los tratamientos farmacológicos, manifestó Omar González Marcos, farmacéutico hospitalario adscrito al Centro Médico ABC Observatorio de la Ciudad de México.
Los días 22 y 23 de febrero, el especialista impartió el curso-taller “Seguimiento farmacoterapéutico en pacientes con enfermedad hepática y renal crónica”, a invitación de la Representación Estudiantil de la Asociación Farmacéutica Mexicana de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB) de la Universidad Veracruzana (UV).
En su ponencia, dirigida a estudiantes y profesionistas del área médica y farmacológica, lamentó la alta incidencia que prevalece en torno a estas patologías correlacionadas con la diabetes mellitus, principalmente en población de adultos jóvenes y mayores.
Tan sólo en pacientes de 30 a 40 años, las causas son hereditarias o por alguna nefropatía específica.
Puntualizó que de no realizar un seguimiento farmacoterapéutico las consecuencias serían: falta de ajuste de dosis según sus requerimientos o estadio de la enfermedad, delimitar la medicación que pueden o no recibir, aumentar el número de interacciones farmacológicas y la incidencia de efectos adversos desde leves hasta graves que, si bien no pueden evitarse, sí es factible minimizar o anticiparse a su expresión.
Por tanto, en esta tarea consideró fundamental la participación de todo el equipo de salud, de médicos, enfermeras, químicos, cuidadores, incluido el mismo paciente, con el fin de disminuir dichos efectos, aumentar la eficacia de los fármacos y brindarles una seguridad de medicación.
Previo al inicio de este curso-taller que tuvo lugar en uno de los auditorios de la Unidad de Ingeniería y Ciencias Químicas, comentó que cualquier medicamento tiene la capacidad de lograr un efecto satisfactorio como nocivo, lo cual dependerá de la variabilidad biológica del paciente.
“Al presentar una patología de base renal o hepática, que son los principales órganos encargados de depurar los fármacos, comprometemos la seguridad del medicamento.”
Por tanto, el suministro de un fármaco que se elimina por vía hepática o renal aumenta la probabilidad de efectos adversos como la retención del mismo, debido a que la depuración no es adecuada.
De ahí la importancia de llevar a cabo un seguimiento farmacoterapéutico y anticipar este tipo de eventos, recalcó el ponente quien es químico farmacéutico biológico por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con especialidad en Farmacia Hospitalaria.
Agregó que es normal que este tipo de pacientes presenten diversas patologías, por lo que de eso dependerá el número de medicamentos que le sean suministrados. Por ejemplo, hay quienes por esta razón ingieren hasta 15 o 20, lo cual se convierte en una polifarmacia; sin embargo, de esto también depende que se incremente el riesgo, las interacciones farmacológicas o las complicaciones.
“Un paciente con una patología asociada y una polimedicación es de suma alerta e importancia, pues requiere de un seguimiento farmacoterapéutico para asegurar el suministro”, expresó el profesor de la Especialidad en Farmacia Hospitalaria y Clínica de la FES Cuautitlán.
Claudia Peralta Vázquez / Prensa UV