Envejecer es el resultado de muchos procesos internos en nuestro organismo. Ahora, expertos de la Universidad de Graz, en Austria, encontraron un componente en una planta tradicional de Japón que podría contribuir la longevidad.
Se trata de Frank Madeo y otros científicos de la universidad mencionada, quienes estudiaron las hojas de Angelica keiskei koidzumi, una planta también conocida como Ashitaba en Japón. Ashitaba pertenece a la familia de la zanahoria y se ha utilizado durante mucho tiempo en la medicina tradicional del país. Sin embargo, sus supuestas propiedades beneficiosas no se habían demostrado a fondo, hasta ahora.
Los expertos examinaron un grupo de flavonoides o moléculas derivadas de plantas, conocidas por promover la salud celular. Particularmente, identificaron un flavonoide, la 4,4′-dimetoxicalcona (DMC) y lo examinaron.
Hicieron estudios en levaduras, gusanos y moscas de la fruta, encontrando un potencial para los tratamientos que buscan una vida más longeva. Posteriormente, pasaron a los estudios de células de ratones y de humanos y también obtuvieron buenos resultados.
Por ejemplo, el tratamiento con DMC protegió las células del corazón en ratones, después de una isquemia miocárdica prolongada. Se encontró que los efectos protectores estaban asociados con un aumento de la autofagia, lo que conducía a cambios metabólicos sistémicos.
Si bien los estudios con el compuesto y la planta parecen prometedores, aún quedan muchos otros por realizar hasta crear, por ejemplo, un medicamento o suplemento. No obstante, de momento, los científicos creen el componente de la planta es bastante prometedor.
Con información de FayerWayer