Estudiantes de la Maestría en Ecología Tropical del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), coincidieron en que los megaproyectos planeados para el territorio nacional deben contar con estudios que muestren el impacto social y ambiental que tendrán en la región donde se ubiquen.
David Chacón Castillo, Scarlett García Ortiz, Jesús Alejandro Ríos Solís y Norberto Ignacio Ruiz, impartieron el 14 de febrero el seminario “Megaproyectos en México, una mirada analítica”, en la sala de usos múltiples del Citro.
David Chacón expresó que en distintas etapas se han implementado megaproyectos a lo largo de todo el territorio mexicano, enfocados a diversos rubros como la generación de energía y la extracción de recursos materiales y biológicos.
Mencionó que ejemplos de éstos son la Presa “Miguel Alemán” –conocida como Presa Temascal–, el recién cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) y la propuesta del Tren Maya, línea de ferrocarril que está planeado atraviese la península de Yucatán.
Enfatizó que megaproyectos como éstos no deben ser planeados a la ligera, sino ir acompañados de una generación de políticas que tomen en cuenta el impacto de los mismos en sectores definidos.
Scarlett García comentó que el Tren Maya es un megaproyecto que tiene por objetivo desarrollar turística y económicamente a la península de Yucatán, por medio de la creación de fuentes de empleo y una derrama económica que distribuya la riqueza y fomente la inclusión social.
“El tren tiene proyectados mil 500 kilómetros de vías férreas en cinco estados de la República Mexicana, su misión es promover y resguardar las culturas indígenas locales y fortalecer la industria turística nacional”, enunció.
Pese a todo esto, tal megaproyecto no cuenta en la actualidad con estudios de impacto ambiental y social que especifiquen las afectaciones que habrá sobre los flujos de paso y apareamiento de especies animales de la zona.
“La construcción de este tren podría detonar la desaparición de hasta 50 especies endémicas de la península de Yucatán y de otras emblemáticas como el jaguar, el tapir y el ciervo cola blanca”, detalló.
La universitaria agregó que es indispensable que las dependencias encargadas de la construcción del Tren Maya designen una cantidad fija de recursos para la conservación ambiental en la región, y que esclarezcan cómo pueden evitar o mitigar los daños ecológicos que este megaproyecto traerá consigo.
Carlos Hugo Hermida Rosales/Prensa UV