Nunca en la historia reciente, al menos desde que se cuenta con registros oficiales, había registrado Veracruz tantos casos de secuestro como en enero pasado.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer este jueves la incidencia delictiva correspondiente al primer mes de 2019, cuando la entidad veracruzana tuvo 39 secuestros, para un promedio de casi diez casos por semana.
La cifra de los secuestros ocurridos durante enero supera por mucho a todos los meses anteriores, desde 2015 a la fecha.
De hecho, los 39 casos veracruzanos que consigna el Secretariado Ejecutivo triplican la tendencia que se observó en todo 2018.
Ocurre algo diferente con otros delitos: las estadísticas del homicidio doloso, por ejemplo, en enero son considerablemente más bajas que en los primeros 15 meses de la administración de Miguel Ángel Yunes.
En el primer mes de 2019 se registraron 107 homicidios dolosos, lo que representa una baja importante si se compara con el mismo mes de 2018, enero, cuando hubo 133 asesinatos en Veracruz.
El cuanto al feminicidio, enero de presente año presentó 10 casos, lo que equivale al asesinato de una mujer cada tercer día por motivos de género. La cifra resulta preocupante porque esa incidencia no se observaba en Veracruz desde agosto del año pasado; lo peor es que esa tendencia se mantiene igual que hace uno o dos años, a pesar de las alertas emitidas.
Feminicidio, homicidio doloso y secuestro son considerados delitos de alto impacto; en los primeros dos casos, la situación sigue tan preocupante y lamentable como durante los dos años anteriores; sin embargo, en la valoración del problema veracruzano de la inseguridad y la violencia, la nota que destaca es la relacionada con los casos de secuestro porque las 39 víctimas son 5 veces más que las registradas en diciembre, cuando hubo 7.
Esos números podrían encender los focos rojos de cualquier gobierno estatal; sobre todo porque en el caso del secuestro, revelan inestabilidad y ahuyentan a las inversiones; a fin de cuentas, no se puede criticar a un empresario que decida evitar las operaciones en Veracruz; sin embargo, el problema de la privación ilegal de la libertad es mucho más complejo en el escenario estatal, dada la abierta confrontación que existe entre el Poder Ejecutivo y la Fiscalía General del Estado.
De entrada, las estadísticas oficiales del delito resultan engañosas porque no todos los casos se convierten en carpeta de investigación. La llamada cifra negra, delitos no denunciados, es altísima en Veracruz como en todo el país; y más todavía en ilícitos como el secuestro, por el comprensible temor de las víctimas.
Descolón a Winckler
El fiscal Jorge Winckler recibió un descolón en Coatzacoalcos, donde no le permitieron el acceso a la reunión celebrada sobre el tema de seguridad.
Nos cuentan que el Fiscal se apersonó en la Tercera Zona Naval Militar y en la entrada lo detuvieron. En tono medio altanero dijo: “Soy el Fiscal General de Veracruz” a lo que una persona le contestó: “Mucho gusto, pero su nombre no está en la lista de invitados”.
Y el Fiscal no entró; sólo se limitó a ver como desfilaban quienes sí fueron convocados. Casi una hora estuvo bajo el inclemente sol de Coatza.
Se comenta que la negativa a invitarlo y a que ingresara a la reunión llegó de las autoridades federales que al parecer no confían ni tantito en el funcionario yunista. @luisromero85