El alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, tiene suficiente dinero para viajar a Sevilla, España –donde con el pretexto del II Foro Global de Gobiernos Locales, que se realizó del 24 al 26 de enero pasado, acudió para tomarse la foto con el rey Felipe VI–, y también para haber disfrutado, nueve días después, del Súper Bowl LIII en Atlanta, Estados Unidos, donde fue captado departiendo con ocho juniors porteños, pero ahora resulta que el munícipe jarocho no tiene recursos suficientes ni amigos potentados para financiar el carnaval conmemorativo de los 500 años de la fundación del primer puerto de México, por lo que debería ser el mejor, ya que al reiterar el gobernador Cuitláhuac García que su administración no apoyará con recursos económicos las fiestas carnestolendas sino sólo con publicidad y elementos de seguridad, el edil anunció este miércoles la cancelación de 20 orquestas de salsa, de 10 carros alegóricos y la reducción de equipos de sonido, tractores, plantas de luz y hasta el ajuste, entre otros, del subsidio para el vestuario de comparsas y de la Corte Real.
El hijo del ex mandatario Miguel Ángel Yunes Linares arremetió en contra de García Jiménez al expresar que “es una gran oportunidad para decir que los que están en contra del Carnaval, como el gobernador de Veracruz, pues a esos no los queremos en la fiesta, aquí lo que queremos es bailar, pasarla bien, alegría”.
Además, en clara alusión, le reprochó que “a todos aquellos que como él (gobernador) que prefiere irse a bailar a un antro de salsa en lugar de bailar con más de 100 mil veracruzanos en las calles, pues que se vaya a bailar allá, con otra gente”.
Y, de colofón, concluyó así su perorata: “En una nota solo personal, para terminar, le quiero decir al gobernador que logró lo mismo que (Javier) Duarte: nos unió a todos”.
Por supuesto que a Fernando Yunes se le olvidó que no solamente el ex gobernador priista “unió a todos” en su contra, sino que también su padre terminó haciendo lo mismo, lo que propició la apabullante derrota de su hermano mayor, Miguel Ángel Yunes Márquez, en la reciente sucesión gubernamental, casualmente ante García Jiménez, quien no ha sabido comunicar por qué su administración no está en condiciones financieras para apoyar económicamente este año la fiesta anual más importante de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, un bastión electoral del PAN donde además reside la mayoría de ex funcionarios y empresarios beneficiados por el ex gobernante del partido blanquiazul con jugosos sueldos, contratos y hasta con la prórroga anticipada de concesiones, como la del libramiento de Plan del Río.
¿Hasta cuándo Cuitláhuac va a dar a conocer el saqueo yunista de las arcas y patrimonio del estado, motivo por el que a mediados de diciembre tuvo que solicitar ante Banorte un crédito quirografario por 4 mil 500 millones de pesos para cumplir con el pago de sueldos, aguinaldos y pensiones porque Yunes Linares no les dejó dinero en caja?