Prefacio.
Edel Álvarez Peña sigue tendiendo puentes. *** Este miércoles el Presidente del Tribunal Superior de Justicia se congratuló con la decisión del gobernador Cuitláhuac García de enviar al Congreso del Estado las primeras seis propuestas de magistrados que cubrirán las vacantes. *** No dejó pasar la oportunidad para subrayar que la relación entre los poderes del Estado “debe ser de pleno respeto a su autonomía e independencia”. De todas formas destacó la relevancia de que en las primeras seis propuestas haya incluido a cuatro mujeres. *** “Estaremos pendientes de la decisión que asuma el Congreso a partir de la propuesta de magistrados que remitió el señor Gobernador; como ustedes saben tenemos vacancias prácticamente desde hace un año que hemos ido atendiendo para que no se genere rezago; el Tribunal ha hecho su parte ante la ausencia de magistrados porque el trabajo no se puede detener y menos aun tratándose de un tema tan sensible para los veracruzanos como lo es la impartición de justicia”. *** Es evidente que su actitud contrasta con la postura retadora del fiscal.
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Se anticipaba que la comparecencia del aún fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, ante el Congreso del Estado, sería un acto de exhibicionismo puro, en virtud de los asuntos que en el mismo Poder Legislativo se ventilan (dos procesos de juicio político y la reforma que otorga atribuciones a los diputados para removerlo de su cargo).
Lo que nadie se esperaba es que el show no lo diera el propio fiscal, sino la legisladora que se ha convertido (en pago a viejos favores) en su más entusiasta defensora.
María Josefina Gamboa Torales, diputada reelecta del PAN, volvió a confrontarse con el personal de seguridad del Congreso del Estado, y su exabrupto fue grabado y subido a redes sociales.
Ella dice ser víctima de un “acoso sistemático”, aunque admite que lo difundido es real.
Al menos en este testimonio videograbado, no se percibe acto alguno de acoso hacia su persona, y en cambio sí se capta una actitud altanera, soberbia, grosera y agresiva por parte de la diputada contra un empleado del Poder Legislativo.
En el video se puede escuchar con claridad su voz cuando se dirige al empleado de seguridad:
– ¡Yo puedo entrar y salir cada vez que se me dé la gana!
Y no sólo eso. Ante el llamado a la calma, su respuesta fue así:
– No, no me voy a tranquilizar. ¿Usted quién carajos es para decirme a mi ‘tranquila’? Yo soy diputada, trabaja para nosotros, entienda. Usted trabaja para nosotros, entienda. No al revés.
Como los gritos los recibía el empleado de seguridad a pocos centímetros, percibió el olor a alcohol.
– ¿Viene usted tomada? Huele a alcohol.
– ¡Está usted estúpido, el que huele a alcohol es usted, es estúpido!
– Huele a alcohol.
– ¿El señor está estúpido? (Le pregunta la diputada a uno de sus auxiliares).
-No, no soy estúpido. Huele. (Responde el guardia).
En respuesta al señalamiento de que tenía aliento alcohólico, la legisladora le acusó:
– Está drogado, tiene las pupilas dilatadas.
– Para nada, usted huele a alcohol. (Fue la respuesta del vigilante).
– Y usted tiene las pupilas dilatadas, también huele. (Insistió la diputada)
– Vamos con un médico. (Propuso el guardia).
– ¡Quítese de mi vista! ¡Idiota! (Concluyó la diputada panista).
El reglamento para el gobierno interior del Poder Legislativo es muy claro:
En su Capítulo II, Artículo 9, cuando se refiere a las obligaciones de los diputados, en su fracción VI dispone: “Tratar respetuosa y comedidamente a los empleados del Congreso y público asistente”.
Apenas la semana pasada esa misma legisladora fue acusada de morder la mano de un abogado cuando forcejeaba –también- con el personal de seguridad del Congreso.
El asunto no pasó a mayores, pues no hubo denuncia formal, pero cabe recordar que la fracción XVI del mismo artículo 9, establece como obligación de cada diputado “abstenerse de cometer actos graves en contra del patrimonio de la Nación, del Estado o del Congreso, así como por atentar públicamente en contra de la integridad física o moral de cualquier persona dentro del recinto del Congreso”.
Pero la nota referente a la diputada Gamboa que tuvo alcances nacionales no fue este penoso incidente. La misma tarde del miércoles, en el portal “Milenio” apareció una nota informativa con el siguiente encabezado: “Acusan conflicto de interés entre diputada y Fiscal de Veracruz”.
La nota refiere que un abogado del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita pidió que la legisladora se excusara de conocer los asuntos que se han abierto en contra de Jorge Winckler Ortiz, pues este fue su abogado defensor cuando la hoy diputada (en ese entonces funcionaria del ayuntamiento de Boca del Río) fue acusada y procesada por homicidio culposo, pues se le imputó haber atropellado y dado muerte a una persona mientras viajaba en su vehículo bajo los influjos del alcohol.
En el expediente sobre ese caso (153/2014 del Juzgado Quinto de Primera Instancia) se refiere que los abogados que llevaban su defensa eran Jorge Winckler Ortiz y Marcos Even Torres, casualmente hoy fiscal general y fiscal anticorrupción respectivamente.
Volvamos al reglamento para gobierno interior del Poder Legislativo. El mismo artículo 9, sobre las obligaciones de los diputados:
Fracción IX. “Excusarse de participar en las comisiones cuando tengan interés personal o profesional en un asunto, dando aviso al presidente de la propia comisión”.
Fracción XV. “Evitar firmar dictámenes sobre asuntos en los que hubiere interés personal”.
El artículo 12 del mismo reglamento ordena. “Los diputados, en el ejercicio de sus funciones, se abstendrán de incurrir en actos u omisiones contrarios a la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deben caracterizar el desempeño de sus cargos, o contravenir la Constitución, la Ley y las disposiciones disciplinarias contenidas en el presente Reglamento”.
Las sanciones para quienes violan estas disposiciones (artículo 17) van desde la suspensión parcial de sus derechos y prerrogativas, hasta la suspensión total.
Conclusión:
¿Exiges respeto?
Respeta.
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Epílogo.
El coordinador del grupo legislativo del PAN, Sergio Hernández, se tomó su tiempo para aclararles a los reporteros que el diputado panista Enrique Cambranis no firmó el dictamen por el que se declara procedente el juicio político contra el Fiscal General, Jorge Winckler y que será presentado al Pleno para su aprobación con mayoría calificada. Curioso, pues no es lo mismo “no votar” que “votar en contra”. *** Es sabido que en el Congreso local Enrique Cambranis representa al panismo que está en contra de la dirigencia de Pepe Mancha, que para muchos militantes de ese partido lo lógico era que Cambranis se convirtiera en el coordinador de la bancada, por su experiencia y su interlocución con todos los grupos dentro y fuera de su partido. *** Por lo pronto no se prevé que sea este jueves (última sesión del período ordinario) cuando se lleve al Pleno al dictamen de la Comisión Instructora, por lo que se tendrá que convocar a sesión extraordinaria. Quizá la próxima semana.
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