Poza Rica, Ver.- En México actualmente se cuenta con más de siete mil pozos petroleros realizados a través de la fracturación hidráulica (fracking), pese a que se ha comprobado que las comunidades en donde se aplica resultan severamente afectadas en materia ambiental y con enfermedades graves para sus habitantes.
Por ello es necesario que el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, frene esta actividad, de lo contrario el panorama es preocupante, destacó el especialista, Roberto Ochandio.
El ciudadano argentino, licenciado en Ciencias de la Geografía de la Universidad de North Texas, Estados Unidos, es uno de los autores de «20 Mitos y Realidades del Fracking”; es especialista en impacto ambiental de la extracción de hidrocarburos y fue el primer ingeniero de campo de la compañía Hughes Services y cuenta además con una amplia trayectoria en la industria petrolera.
En Poza Rica impartió una conferencia para relatar los efectos que la fracturación hidráulica han provocado; siendo esta una de las acciones de la Alianza Mexicana contra el Fracking.
Explicó que en ciudades de Texas se ha confirmado que esta técnica destruye comunidades, pues además de dañar suelo, cuerpos de agua y aire se han desencadenado enfermedades en sus habitantes, entre las que destacó asma en menores de edad, cáncer y enfermedades crónico-degenerativas que se heredan entre generaciones.
“En zonas donde no se aplica el fracking al menos uno de cada nueve menores presenta asma, pero en donde se aplica estamos hablando de que uno de cada cuatro ha desarrollado esta enfermedad; en otras zonas hay cáncer por todos los contaminantes que se generan, tanto en el aire como en los cuerpos de agua y que se pueden presentar hasta dentro de diez o más años”, expresó.
Las medidas para frenar el fracking se han visto limitadas ante el desinterés de gobiernos y las mismas compañías petroleras que desde la aplicación de la técnica buscan ahorrar recursos económicos y no aplicar las medidas necesarias para reducir la contaminación.
“Por ejemplo toda el agua que se utiliza para la perforación y que se contamina debería de someterse a un proceso de recuperación, sin embargo esto no se aplica, en la mayoría de los casos, y por el contrario las empresas las arrojan al subsuelo o a los cuerpos de agua como arroyos o ríos”, resaltó y advirtió esto provoca mayor riesgo a sismos.
Comentó que en México los Estados de Tamaulipas, Veracruz y Coahuila tienen el mayor número de pozos petroleros perforados con esta técnica, siendo más de siete mil los que se perforaron, aunque estos trabajos se efectuaron de manera “silenciosa”.
Señaló que no existen denuncias ante organismos internacionales para frenar la aplicación de esta técnica, sin embargo se cuenta con movimientos sociales que se han unificado para frenarla y que en el caso de México esperan apoyarse con las nuevas políticas públicas que implemente el gobierno federal.
Consideró que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha manifestado su rechazo al fracking, lo cual da esperanzas para frenarlo, además de que se cuenta con una iniciativa en el Senado y tres en la Cámara de Diputados para el mismo efecto.
Pero, recalcó, es un tema complicado y que deberá analizarse a detalle y sobre todo negociar con las compañías que ya mantienen operaciones de los pozos petroleros creados con esta dañina técnica.
Misael Olmedo/Avc