La mezcla de una filosofía de vida en Japón con la capacidad creativa de los mexicanos son el sustento de una metodología de mejora continua que se basa en las ideas que proponen los empleados y puede ser replicada en las organizaciones, manifestó Alejandro Kasuga Sakai, director general de Yakult en Puebla, en su visita a la Universidad Veracruzana (UV).
Kasuga Sakai impartió la conferencia “Creando cultura de mejora continua en las organizaciones: Ki Wo Tsukau”, invitado por el Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) y con el apoyo de la coordinación de vinculación de las áreas académicas de Humanidades y Económico-Administrativa.
En el Taller 3 de la Facultad de Pedagogía, explicó que esta metodología tiene como propósito que los empleados y trabajadores de las organizaciones propongan ideas de mejora que puedan ser medibles y aplicadas, generando en consecuencia reconocimiento y recompensas para quienes las proponen, sin importar su puesto de trabajo.
“Esta metodología es 100 por ciento mexicana y nos funcionó muy bien en la empresa, por lo que se ha aplicado a otras empresas, entre ellas Africam Safari, donde se generó un mayor número de ideas de mejora.”
Debido al interés del sector, se creó una consultora para promoverla e implementar en otras compañías. Al principio, relató, tenía el nombre de “ciclo dinámico de mejoras”, pero a nadie le interesó. Entonces optó por nombrarla en japonés y a raíz de dicho cambio comenzaron a interesarse los empresarios.
Reconoció que los procesos de mejora continua se han tecnificado demasiado y se está olvidando el factor humano, que es el más importante en las compañías; “por ello nuestra metodología quiere capitalizar este potencial que tenemos en las personas”.
El ponente destacó que los practicantes, jóvenes universitarios que realizan su servicio social en las empresas, brindan muchas ideas de mejora precisamente por pertenecer a un entorno distinto al de la compañía y ofrecen una perspectiva diferente de las actividades que se efectúan al interior.
Es por ello que el curso para enseñar esta metodología lo han impartido en varias universidades como parte del fomento de una cultura de valores, que es necesaria para cambiar el entorno laboral en México.
Señaló que es importante estar al pendiente de las tecnologías porque en ellas está la posibilidad de permanecer y crecer, pues se ha demostrado que asimilar los avances tecnológicos ha permitido a las empresas adaptarse a entornos cambiantes, mientras que otras han cerrado por no adaptarse a los mismos.
Por ello, comentó que estas grandes organizaciones, que implican numerosos empleados y puestos, son al día de hoy como un dinosaurio y están destinadas a desaparecer, contrario de aquellas que se asuman como un camaleón, es decir, que busquen adaptarse al entorno que las rodea.
Como ejemplo utilizó a las compañías Kodak y Nintendo, respectivamente, y habló sobre cómo una de ellas llegó a ser líder mundial en el mercado, pero no se adaptó a la llegada de la fotografía digital, mientras que la otra continúa experimentando con aplicaciones móviles como el juego Pokémon Go.
“Si queremos cambiar hacia una cultura de mejora continua tenemos que involucrar a todos los miembros de la organización, a todos los empleados.”
Enfatizó que lo importante de la cultura organizacional parte de su definición, de concebirla como un organismo en el que interactúan las células –en este caso los trabajadores– y donde la finalidad es unir a todas las células de la empresa en un objetivo común; hacia allá va la tendencia de las organizaciones, de nada sirve si sus integrantes no se comunican entre sí.
En Japón hay una filosofía conocida como Ki Wo Tsukau, que se interpreta como utilizar la energía propia cuando uno se preocupa por los demás; “llevan 450 años promoviendo esta filosofía de vida en todo el país” y lo ejemplificó con las acciones de los ciudadanos posteriores al tsunami de 2011 y al terremoto de 2006, donde las personas se formaban en fila para recibir agua y comida o medicamentos.
Cuando las personas se preocupan por el otro piensan en cómo facilitarle las cosas y ponerse en su situación, es por ello que forman una fila y no caen en la desesperación, observó.
Su propuesta busca sumar a tal filosofía la creatividad de los mexicanos, que es un elemento que destaca a nivel mundial y que en nuestro país se debe en primer término a las carencias del entorno.
Al respecto, comentó que las ideas de mejora –como en su empresa– han surgido de varios trabajadores, una de ellas, Azmín Hernández –quien es vendedora de casa en casa–, propuso una forma de almacenar el producto que era diferente a la propuesta por los ingenieros; se evaluó y resultó que mejoraba las ventas de las nueve mil 500 vendedoras de su tipo.
“¿Se imaginan cómo se siente al día de hoy Azmín al saber que su idea fue aplicada por Yakult, y que está beneficiando a otras nueve mil 500 familias? Claro que genera lealtad y compromiso, pero además la motiva a seguir generando ideas”, expresó Kasga Sakai.
En ese sentido, exhortó a los estudiantes a invertir tiempo en prepararse aprendiendo otro idioma o habilidades distintas a las de la licenciatura, porque éstas pueden convertirse en un factor decisivo en su contratación.
David Sandoval Rodríguez/Prensa UV