De acuerdo con información periodística, del primero de diciembre del 2004 al 30 de noviembre del 2018 se robaron del erario veracruzano entre 111 mil y 137 mil millones de pesos. Los presuntos ladrones son tres ex gobernadores y varios ex funcionarios.
De los primeros sólo uno está en prisión, un pez muy gordo que gracias a la incompetencia de la PGR fue acusado de robarse el equivalente de unos frutsis, una bolsa de pingüinos y unas chelas.
Este sujeto saldrá libre en tres años y medio a disfrutar de los millones de pesos que se robó y muy probablemente escriba sus memorias. Los otros dos ex mandatarios ni siquiera han sido llamados a declarar.
De los ex funcionarios hay uno, Tarek Abdalá Saad, que está acusado de desviar 55 mil millones de pesos y a pesar de las evidencias puede que libre la cárcel.
Tarek fue tesorero en el gobierno de Javier Duarte, pero según el diario Milenio llegó a un acuerdo con la PGR para no ser juzgado por el presunto desvío de esos 55 mil millones que pertenecen a la Federación, y que transfirió a diversas cuentas supuestamente por órdenes de Duarte.
Esto quiere decir que ese dinero ya se perdió y uno se pregunta ¿qué autoridad tiene la PGR para pactar con un bandido un acuerdo de esa naturaleza? ¿Cuándo preguntó a los veracruzanos si estaban a favor de esa barbaridad? ¿Ahora se vale que un sujeto robe con otros ladrones, hable contra ellos y la PGR lo libere de culpa? ¿Ese es el nuevo sistema de justicia penal?
En cualquier país se negocia con el reo o el presunto reo una reducción de su condena, pero nunca le perdonan un desfalco de ese tamaño. ¿Por qué lo hizo la PGR?
Por la cantidad de dinero que malversó y mucho que se llevó, Tarek figura en 32 carpetas de investigación y 11 averiguaciones previas, es decir, tiene más carpetas y averiguaciones que los últimos tres ex gobernadores juntos. Y sin embargo, le están poniendo a la justicia en una cómoda cama para que haga con ella lo que quiera.
Su colaboración con la PGR consistirá en declarar contra Duarte y otros ex funcionarios acusados de diversos delitos y una vez cumplida su misión, le darán las gracias y le dirán adiós.
Ese es el cielo abierto que le están ofreciendo a Tarek después de tamaño atraco.
Según Milenio el acuerdo entre este bandido y la PGR se dio el pasado 30 de noviembre; último día de la administración de Enrique Peña Nieto. Pero jamás se hubiera podido lograr de no mediar la orden superior de alguien con mucho peso político. Y no es que uno quiera ser malpensado, pero todos los caminos apuntan hacia el mismo Peña Nieto.
Si esto es verdad, vaya friega que le acomodó el señor ex presidente a los veracruzanos; primero con Duarte al que aguantó como gobernador a pesar de las protestas de 8 millones de ciudadanos y luego con Tarek, un sujeto que sin más debería ser procesado y sentenciado.
Alguien debe hacer algo pronto y bien. No es posible, ni justo ni decente que los últimos tres gobernadores veracruzanos hayan llegado al poder con el único afán de robar. No es justo que hayan robado tanto. No es justo que sus colaboradores hicieran del saqueo su labor sustantiva, no es justo que ninguno esté pagando sus culpas.
No es posible que un sujeto como Tarek que desvió una cantidad tan bárbara de dinero, se vaya tan tranquilo a su casa después de enlodar a un ladrón que fue su jefe, y a varios colaboradores (también ladrones), que fueron sus amigos y cómplices, y lo ayudaron en el saqueo de esos 55 mil millones de pesos.
Eso no es justo, no es de Dios.
PD.
En mi columna de ayer escribí: Sugiero que se investigue en las Islas Caimán… porque de seguro ahí están esos 17 mil millones de pesos. Cuando debí escribir: Sugiero que se investigue en las Islas Caimán… porque de seguro ahí están PARTE DE esos 17 mil millones de pesos.
Gracias.
Gracias.
bernardogup@nullhotmail.com