Apenas acaba de cumplir su primer mes, pero pareciera que la administración del gobernador Cuitláhuac García llevara ya un año, tanto por las exigencias y reclamos de quienes no votaron por él como también por el silencioso reproche de algunos de sus ex aliados que están sentidos porque no obtuvieron cargos y aún más resentidos porque tampoco han recibido siquiera las obligadas gracias.
Por supuesto que al gobernante de MORENA le sobra tiempo para convencer, a quienes no respaldaron su candidatura, de que él era el hombre indicado para llevar las riendas de tan complicado estado, así como para confirmarles a quienes sí lo apoyaron con todo, que tampoco se equivocaron al impulsar su proyecto.
Pero, para ello, García Jiménez tiene que demostrar a tirios y troyanos que sí sabe cómo hacerlo y que cuenta con un eficiente equipo y suficiente voluntad, inteligencia y temple para lograrlo.
Sin embargo, después del primer mes transcurrido, no se han visto aún acciones de gobierno contundentes que refuercen la percepción de que la suya es una administración con rumbo claro y firme para sacar a Veracruz del atolladero que en materia de seguridad y de finanzas públicas le dejaron.
Por ejemplo, la agenda que le llevan no proyecta ser la del Jefe del Ejecutivo de un estado que a pesar de su grave crisis es una de las entidades más relevantes en el nivel nacional por su población y riqueza de recursos naturales, sino que pareciera más bien la de un alcalde o funcionario menor cualquiera.
Este miércoles, verbigracia, asistió a la ciudad de Veracruz a la develación de la placa conmemorativa para la celebración de los 100 años de la Cruz Roja porteña. Y para el siguiente viernes le tienen programada en el Parque Juárez, de Xalapa, la develación de otra placa pero ahora en memoria de los periodistas veracruzanos víctimas de la violencia.
Pero el colmo del absurdo ocurrió la semana pasada cuando lo llevaron a inaugurar una obra municipal en la calle Mérida de la capital veracruzana cuya inversión, según el comunicado número 1135 del Ayuntamiento xalapeño, ascendió a la colosal cantidad de ¡130 mil pesos! que la Comuna presidida por el morenista Hipólito Rodríguez destinó para el mantenimiento del cableado del alumbrado público, la sustitución de 24 luminarias LED, la reposición de dos postes, el retiro de 14 metros cúbicos de escombro, “además de que efectuó el chapeo del camellón central, sembró 150 plantas ornamentales y llevó a cabo la poda de árboles, en beneficio directo de 100 familias de la colonia Progreso Macuiltépetl.”
Por cierto, la avenida Villahermosa, que es la rúa más transitada de esa popular colonia xalapeña, está plagada de baches que desde hace meses siguen sin ser taponados pese a que en ella residen Cuitláhuac, sus padres y sus hermanos.
Muy mal mensaje, pues si no han podido reparar aún esa calle… ¿proyectarán la certidumbre de que sí lograrán pacificar y desarrollar integralmente a todo el estado?
Titular de SSP muy sensible
El que ahora sí se “voló la barda” pero no por haber detenido a alguna banda de secuestradores o a un capo del cártel del crimen organizado fue el secretario de Seguridad Pública del estado, Hugo Gutiérrez Maldonado, quien declaró “en exclusiva” al periódico porteño consentido del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que “así como hay policías malos también hay periodistas malos” que podrían estar al servicio de alguna organización criminal, o coaccionados por ésta, distorsionando información a sueldo.
“…Entonces yo pienso que a veces la delincuencia organizada puede estar presionando o puede estar diciéndole algo a algún periodista que me pregunte o que eche y más cuando venimos con las intenciones de atacarlos de frente”, habría declarado el jefe policiaco oriundo del estado de Nuevo León, quien se siente agraviado por las críticas periodísticas que recibió cuando a principios de la presente administración acudió portando una pavorosa arma de fuego a una escuela primaria en la ciudad de Coatzacoalcos.
Si de veras tiene pruebas para afirmar que hay periodistas al servicio de grupos criminales, ya sea por interés económico o bajo amenazas, pues el titular de la SSP estaría obligado legalmente a investigar y proceder si es que en verdad están incurriendo en este tipo de complicidades o si son víctimas de actos al margen de la ley.
De lo contrario debería ser más prudente con lo que dice públicamente para tampoco caer en este tipo de actitudes calumniosas.
A los que el señor Gutiérrez Maldonado debe perseguir no es a los que hacen opinión pública, sino a los que secuestran, trafican con migrantes o mujeres, distribuyen drogas, asaltan bancos, comercios y casas-habitación, roban vehículos, cobran derecho de piso o asesinan. Con ellos sí, ¡cero tolerancia!.
Y si no está a gusto con los comunicadores de Veracruz, pues fácil… puede regresarse a Monterrey o con quienes lo recomendaron de la Ciudad de México.