Un estudio dirigido por el Instituto Real de los Países Bajos para la Investigación del Mar (NIOZ), evidenció una situación realmente extraña. Las partículas de polvo del desierto del Sahara pueden viajar realmente lejos.
Según los expertos, los vientos transportan partículas de polvo desde el oeste del Sahara hacia el Océano Atlántico. De hecho, encontraron partículas a una distancia de hasta 3500 kilómetros, en el Caribe.
Tal como rescató Phys.org, los expertos recolectaron muestras de ese polvo en boyas flotantes y trampas de sedimentos bajo el agua en cinco lugares del Océano Atlántico, entre los años 2013 y 2016.
¿Por qué es relevante? Podría estar contribuyendo al calentamiento global, puesto que el polvo afecta el delicado equilibrio entre la luz solar entrante y el calor de la Tierra. Giles Harrison, uno de los autores del estudio, explicó la extraña situación a Phys.org:
«Las ideas existentes no conciben que tales partículas viajen en la atmósfera a distancias tan extensas, lo que sugiere que existe un proceso atmosférico, o una combinación de procesos aún desconocidos, que las mantiene en el aire.
Esta evidencia de que el polvo se transporta tan lejos es significativa, porque esas partículas influyen en la transferencia de radiación alrededor de la Tierra y en los ciclos de carbono en los océanos».
El asunto es realmente raro, puesto que anteriormente se pensaba que el tamaño de las partículas oscilaba entre 0.01 y 0.02 mm de diámetro a distancias extremas, pero los científicos encontraron partículas de 0.45 mm en las muestras del Caribe.
Con información de FayerWayer