El jazz bajo la manga cumple su cuarto diciembre en Formato Siete, aquella vez publiqué un pliego petitorio para el 2015, hoy elaboro uno nuevo manteniendo las demandas que no han perdido vigencia.
- Que los mexicanos dejemos de odiar a los mexicanos. Que, por ejemplo, no nos ensañemos con una actriz porque tuvo la osadía de triunfar, a pesar —sí, esa es la carga social que se le impone, a pesar— de tener sangre indígena.
- Que los mexicanos dejemos de denostar el trabajo de los mexicanos. Que si, por ejemplo, no nos gusta una película, expresemos nuestras diferencias con argumentos inteligentes, no con injurias y encono, actitudes que nos disminuyen como individuos y como miembros de una comunidad.
- Que demos sentido real a las palabras solidaridad, empatía, bonhomía. Que dejemos de agredir ferozmente a quienes cruzan nuestro territorio en busca de oportunidades que no les brindan sus países, o a quienes quieren venir a construir, junto a nosotros, una vida menos infortunada.
- Que los puentes derroten a los muros.
- Que dejemos de usar las redes sociales como armas de destrucción masiva, que mejor hagamos de ellas espacios de divulgación de las maravillas que suceden cada día en nuestra casa, nuestra comunidad, nuestro planeta.
- Que se sepa, sin lugar a duda alguna, cuál fue el destino de los 43 normalistas desaparecidos hace cuatro años y de los miles de desaparecidos durante los dos sexenios pasados. Que todos los culpables, sean quienes sean, paguen. Que no desaparezca nadie más.
- Que no haya ni un feminicidio más, ni uno solo. Que tampoco haya infanticidios ni crímenes de odio por preferencia sexual, color, creencia o cualquier pretexto que esgrima la abyección para ejercer su poderío.
- Que no se invente culpabilidad a los inocentes. Que no se invente inocencia a los culpables.
- Que los ricos sean menos, mucho menos ricos. Que los pobres sean menos, mucho menos pobres.
- Que haya más, muchos más pinceles que balas. Que haya más, muchas más coreografías que extorsiones. Que haya más, muchas más puestas en escena que secuestros. Que haya más, muchos más conciertos que represiones de cualquier tipo por parte de cualquier grupo humano contra cualquier grupo humano.
- Que los intereses financieros no se antepongan a los colectivos. Que la ambición desmedida no atente contra el planeta. Que el zarpazo capitalista no desgarre las entrañas de la tierra ni despoje a las comunidades de los lugares que les pertenecen y a los que pertenecen.
- Que en Xalapa, en México y en el mundo se graben titipuchales de discos, y que se escuchen.
- Que en Xalapa, en México y en el mundo se publiquen titipuchales de libros, y que se lean.
- Que el América, o cualquier equipo, le quite al fin el título de subcampeonísimo al Cruz Azul.
- Que haya vino y pan en todas las mesas. Que haya amor y sexo en todas las camas.
- Que las bardas de todo el mundo amanezcan pintarrajeadas con poemas, y si los borran, que al otro día amanezcan más.
- Que todo mundo baile, y el que no baile, que cante, y el que no cante, que brinque, y el que no quiera brincar, que se muera de la risa.
- Que seamos capaces de inventar nuevas utopías y perseguirlas tenazmente durante todo el año.
- Que la adversidad no sea capaz de derrotar a la esperanza.
- Que haya paz, que haya paz, que haya paz.
A partir de hoy, esta columna entrará en hibernación y permanecerá en ese estado hasta el lunes 7 de enero, reencontrémonos entonces.
Diviértanse como gigantes, hagan el amor como si estuvieran condenados a muerte, sean felices y contagien de dicha a quien se cruce en su camino.
¡Salud!
Jazz en la tierra a los hombre de buena voluntad
CONTACTO EN FACEBOOK CONTACTO EN G+ CONTACTO EN TWITTER